Florent Bambara, retrato de un compromiso

Soy Florent Bambara, voluntario permanente en Ouagadougou, Burkina Faso, y ahora sé que cada joven que vive en la calle y al que nos acercamos halla coraje y esperanza para enfrentarse a la vida. Les mostramos la importancia de la familia para buscar una vía de porvenir. Ahora ya no me preocupo cuando acompaño a un joven que no progresa con rapidez. No somos una solución a sus problemas. Estos jóvenes necesitan libertad, libertad de ver las soluciones por sí mismos. Cuando R acude a la Cour* y nos dice: “Ahora trabajo, ayudo a mi padre porque él no puede trabajar, he construido mi casa”, eso nos enorgullece y nos estimula porque ha hallado su camino.

Ayudar al otro, es ponerse siempre detrás de sus esfuerzos y hallar lo mejor con él

Antes, yo me planteaba: M, que cría a sus hijos delante de la gran mezquita, M. que mendiga: ¿se preocupa por el porvenir de sus hijos ? Pero he aprendido a mirar a M. y he visto los esfuerzos que ella hace, he visto a una madre con muchas cualidades, preocupada por el bienestar de sus hijos y también de los niños de su comunidad.

El voluntario permanente es el que dedica mucho tiempo a ayudar al prójimo. Ayudar al otro es ponerse siempre detrás de sus esfuerzos y hallar lo mejor con él. El voluntario permanente es el que pospone a su familia y a sus amigos cuando ve que otros le necesitan.

Es el que lleva en él el desafío que viven las personas con las que se ha comprometido. Es el que denuncia las violencias que sufren las personas excluidas y el que expone los esfuerzos realizados por la gente.

También es una lección de vida porque aprendes a vivir para ti y para los demás. Es una manera de vivir, una elección, una libertad.

Un viejo del pueblo dijo que la paz de una sola persona no es la paz; sólo cuando todo el mundo tiene paz hay paz. Para vivir todo eso, me he tenido que liberar de las incomprensiones de mi entorno. La gente no entiende que no tenga dinero.

Ofrecer su tiempo a los demás es una libertad y no una privación de libertad porque sientes que eres útil, porque con el otro hallas esperanza, porque el hombre sin esperanza está condenado. Esta elección es una libertad porque tu mismo lo has elegido. Cuando te encuentras con gente de esperanza, comprendes en qué consiste la libertad. Con frecuencia pensamos en los problemas de las personas con las que nos hemos comprometido y a veces nos echamos a llorar, su vida se convierte casi en la nuestra.

He aprendido algo importante, y es ver al otro sólo a través de sus cualidades. Un hombre está hecho de cualidades a pesar de todas nuestras diferencias y creer en la cualidad del otro le ayuda a ser mejor.

Esto le convertirá en un hombre con cualidades y a través de sus cualidades tu también serás mejor.

*Cour: Nombre de la Casa ATD Cuarto Mundo en Burkina Faso