Nuestra misión

Erradicar la miseria, es construir la paz mundial

Nos sumamos al esfuerzo de resistencia de las personas que viven las peores condiciones de pobreza. Y lo realizamos sobre todo mediante la presencia en aquellos lugares en los que la violencia de la miseria golpea con mayor fuerza.

La sociedad por completo podría liberarse de la miseria si fuera capaz de reconocer tanto el valor como la capacidad de acción de las personas que sufren estas situaciones de miseria, si fuera capaz de reconocer en verdad su libertad de expresión, la libertad para utilizar su inteligencia y su creatividad, su capacidad para decidir y actuar con los demás, si lograra considerarlos como auténticos socios para el cambio.

Erradicar la miseria necesita tanto de una transformación social como personal si queremos conseguir que desaparezcan por completo los reflejos de miedo y de exclusión que condenan a las personas más pobres a permanecer en condiciones de miseria. Este esfuerzo es siempre necesario y es independiente del grado de riqueza económica de la sociedad en la que les toca vivir.

La mayor parte de las veces la acción contra la miseria se limita a la puesta en marcha de una serie de medidas temporales. Sin embargo, nuestra respuesta se sustenta en la construcción de una presencia a largo plazo y en proyectos y acciones pensados juntamente con todas las personas concernidas, manteniendo como principio la búsqueda obstinada por no dejar a nadie de lado.

  • Promover el acceso a la educación y construir el saber con la inteligencia de todos.

    Desperdiciar la inteligencia de hombres, mujeres, jóvenes y niños en situación de pobreza constituye una discriminación insoportable. A través de nuestros proyectos y en colaboración con otros, queremos identificar y reconocer los saberes de la vida y el conocimiento de los que a diario resisten a la extrema pobreza. Apoyamos la aspiración de los padres y las madres de poder ofrecer un futuro mejor a sus hijas e hijos.

  • Promover una economía respetuosa con las personas y con la tierra.

    El sistema económico pone a los más pobres en situación de crisis permanente y les empuja a menudo hacia una inactividad forzada. Por todo el mundo, numerosos actores experimentan actividades económicas que no están prioritariamente basadas en la búsqueda de beneficio sino más bien en el deseo de mejorar el bienestar de las personas y de las comunidades. El verdadero reto para nosotros es que los más pobres puedan contribuir a este trabajo.

  • Movilizar por la paz y los Derechos Humanos

    Ya no es posible hablar de la paz sin reconocer la violencia de la miseria y la contribución de los más pobres en la construcción de esta paz. Llevamos a cabo campañas de información y sensibilización dirigidas a la opinión pública para lograr una reducción significativa de los prejuicios contra las personas que viven en situación de pobreza. Para ello trabajamos frente a los poderes públicos, las organizaciones e instituciones, en los ámbitos nacional e internacional, para lograr el reconocimiento y la representación de las familias que viven la extrema pobreza y poder así garantizar el acceso de todos a la integralidad de los derechos humanos.

« La miseria no es una fatalidad. Es obra del hombre, solo los hombres podrán destruirla » – Joseph Wresinski