Derecho a un trabajo digno y decente para todas y todos

Mensaje del Sr. Donald Lee, presidente del Movimiento internacional ATD Cuarto Mundo para el Día mundial para la erradicación de la extrema pobreza 2023.

El derecho a la dignidad

El 17 de octubre de este año nos reunimos en torno del tema del trabajo digno y la protección social: hacer realidad la dignidad para todos.

Nuestra lucha contra la pobreza se guía por el principio de que toda persona tiene derecho a ser tratada con dignidad.

La negación de la dignidad humana debilita y amenaza los cimientos de los derechos humanos.

Toda persona tiene derecho a ser aceptada, respetada y tratada con igualdad.

Negación de la dignidad humana

Sin embargo, la dignidad humana es negada y arrebatada a millones de personas que se ven obligadas a vivir en la pobreza. Sufren humillaciones, discriminaciones y privaciones inaceptables que las aplastan.

La negación de la dignidad es aún más flagrante en el trabajo.

Por ejemplo, a muchas personas se les niega oportunidades de empleo, a menudo como resultado de políticas y programas económicos y sociales poco imaginativos, subfinanciados y no inclusivos.

Incluso cuando encuentran trabajo, son mal pagados, sobrecargados de trabajo y lo hacen en condiciones peligrosas, sin acceso a la mínima protección social.

Pienso en Ashura Onesmo, miembro del Movimiento ATD Cuarto Mundo en Tanzania, que rompe piedras en una cantera para ganarse la vida. El trabajo es físicamente agotador y peligroso, y la paga es demasiado baja para que ella y su familia puedan escapar de la pobreza. Hace este trabajo porque no tiene otra opción.

Debemos garantizar que Ashura y cualquier otra persona que quiera trabajar tenga acceso a un trabajo digno.

El fundador de ATD, Joseph Wresinski, observó sabiamente que:

  • «Todo trabajador, sea cual sea su trabajo, es un camarada, cuyo esfuerzo enriquece el esfuerzo de todos, participa en la mejora de todos;»

Una sociedad justa reconoce el trabajo decente

Una sociedad equitativa reconoce la importancia y el valor del trabajo de cada persona. Contribuye al bienestar de la sociedad en su conjunto. Una sociedad basada en los principios del trabajo decente permite reconocer plenamente la contribución de todas las personas, en particular de las que viven en la extrema pobreza.

El trabajo decente permite erradicar la pobreza extrema porque garantiza unos ingresos justos, el respeto de los derechos y la protección social. El trabajo es entonces fuente de dignidad y crea una base sólida para la paz, la justicia social y una mayor igualdad entre las personas.

La creación de oportunidades de trabajo decente es un imperativo en la lucha contra la pobreza extrema. Debemos actuar solidariamente para garantizar que el trabajo decente sea accesible a todos.