Vivir en situación de pobreza en Luxemburgo en 2023

Este artículo reúne extractos de la posición que ATD Cuarto Mundo Luxemburgo tiene respecto a la pobreza en Luxemburgo. Ha sido elaborada a partir de entrevistas individuales con militantes del Cuarto Mundo, entre enero y marzo de 2023, y la experiencia de personas voluntarias que se solidarizan con ellas. Este documento también retoma el trabajo colectivo realizado en 2021 en el marco del Diálogo Participativo celebrado en LISER (Instituto Luxemburgués de Investigaciones Socioeconómicas) y organizado por Olivier De Schutter, Relator Especial sobre la extrema pobreza y los Derechos Humanos de la ONU.


Un círculo vicioso

Los más pobres viven en un círculo vicioso difícil de romper.

  • « Vivir en la pobreza es una lucha constante. Cuando eres pobre no puedes descuidarte, tienes que asegurarte de que la lucha continúa. Si te rindes, inmediatamente estás perdido. Entonces caerás muy profundo. …Vivir en la pobreza es un círculo vicioso difícil de romper. Luchamos todos los días, por nosotros y por nuestros hijos. ¿Pero podemos hacerlo solos? ¿Podremos romper este círculo vicioso sin ser considerados, escuchados y oídos? »

En las conversaciones con personas en situación de extrema pobreza, el tema de la « dependencia social e institucional » es recurrente. Es una dependencia sentida y/o real que no les permite ser actores de su futuro y que puede tener graves consecuencias. Vivir en la pobreza también significa:

« correr de un lado a otro todo el tiempo, nunca estando tranquilo y en paz ».

Diferentes niveles de dependencia

1. El acceso a la atención médica

A pesar del sistema de seguridad social, un gran número de personas que viven en condiciones precarias no tiene acceso real a la asistencia sanitaria en Luxemburgo. Los costes sanitarios que siguen estando a cargo del paciente constituyen una parte importante o muy importante de los ingresos de estas personas. Además, el aumento del coste de la vida no ha hecho más que empeorar la situación.

  • Hay personas que no van a la farmacia a recoger los medicamentos que les recetan porque la parte que debe pagar el paciente es demasiado alta.
  • Otras personas que viven en situaciones de pobreza no cuentan con un médico que les trate . Ya no acuden a las consultas porque no pueden pagar los honorarios de los médicos.
  • Hay personas que tampoco van al dentista porque su última consulta dental fue hace más de dos años. Pasado este plazo, los montos cubiertos por la Seguridad Social se reducen. Cuanto más tiempo pasa, más vergüenza sienten algunos pacientes. Los trámites administrativos pueden ser un obstáculo adicional para el cuidado dental.
  • Los costes, a veces elevados, para conseguir aparatos dentales, gafas, plantillas ortopédicas, férulas, etc. son otro tipo de obstáculos para el acceso a la atención médica.

Ante tales dificultades, algunos profesionales de la salud apoyan a sus pacientes. Por ejemplo, los médicos a veces ofrecen preescribir medicamentos en los que el paciente tiene que pagar menos, o incluso dentistas que aceptan que las prótesis dentales se paguen en varias cuotas mensuales…

Pero, ¿es normal que el acceso a la atención para todos dependa de la buena voluntad y el espíritu de solidaridad de los profesionales de la salud?

La Ley de asistencia social prevé determinadas medidas que pueden reducir los costes sanitarios. Pero se observa que algunas personas que podrían potencialmente beneficiarse de ellas no se atreven a pedir esta ayuda: pueden tener vergüenza de hacerlo o temer tener malas experiencias. Algunos procedimientos son muy complicados y, a veces, difíciles de entender. Puede ocurrir también que los criterios para obtener esta ayuda les deje fuera de la misma.

2. La alimentación

Debido a la inflación, los más pobres se ven obligados a revisar sus hábitos alimentarios que ya eran muy diferentes a los de las personas con mayores ingresos. Algunas personas dicen que les resulta cada vez más difícil acceder a alimentos saludables y/o de buena calidad.

Para tener acceso a las tiendas más baratas, las personas que viven en la pobreza a menudo se ven obligadas a viajar lejos de donde viven. Si en algunas ciudades es posible viajar en transporte público, en los pueblos pequeños y en el campo estos desplazamientos son más difíciles para las personas que no disponen de coche.

Quienes hablaron sobre este tema todavía describen varias dificultades con respecto al sistema de ayuda alimentaria. Los trámites para obtener esta asistencia pueden variar (comprobantes de gastos, recibos de salario o “ingresos de reemplazo”, formularios a completar, etc.), pero a menudo se consideran humillantes y difíciles de entender.

Además, la ayuda alimentaria no puede considerarse una política de lucha contra la pobreza extrema porque mantiene al beneficiario en una situación de dependencia ante una necesidad básica.

¿Es normal que las personas, incluso aquellas que obtienen ingresos por su trabajo, dependan de la asistencia pública para cubrir una necesidad básica?

3. Las ayudas y el acompañamiento social

Las leyes y regulaciones que deberían satisfacer las necesidades de las personas que viven en la pobreza son tan numerosas que es difícil conocerlas y comprenderlas todas. Los propios trabajadores sociales a veces se sienten abrumados. Como resultado, las personas que viven en la extrema pobreza tienen la impresión de depender totalmente de un gran número de trabajadores sociales. Algunas compartieron sus experiencias:

  • « También dependemos de las instituciones. Muchas veces hay que ir a pedir ayuda. Estamos bajo presión. Corriendo de un lado para otro, contando la historia de tu vida una y otra vez. Revivimos juicios, basados en nuestra apariencia, en nuestra historia familiar, en nuestros antecedentes… Cada uno de nosotros ha tenido experiencias similares: “Eres un caso social”… Te ponen etiquetas, pero ellos no saben nada…»
  • « Nos sentimos juzgados por nuestra apariencia. Odio que la gente me mire fijamente… Por eso, cuando contactamos con los servicios de asistencia, no nos sentimos comprendidos. La comunicación es difícil. A veces ya no nos atrevemos a pedir ayuda porque tenemos la impresión de que nadie puede o quiere ayudarnos.»

Esta es la razón por la que muchas personas en situación de extrema pobreza no se atreven a pedir ayuda. De nuevo describen sentimientos de vergüenza y miedo (asociados a experiencias anteriores, miedo al juicio y sus consecuencias, como la pérdida de la custodia de sus hijos si su alojamiento no es higiénico o la nevera está vacía). Otras personas enfrentan obstáculos burocráticos o no saben a quién acudir. No entienden lo que se espera de ellos y es posible que algunos hayan perdido la energía para continuar las gestiones, de lo que luego se les puede echar la culpa. Todavía hay quienes no quieren depender del sistema de asistencia social y tratan de encontrar un trabajo que les permita vivir dignamente.

4. Las medidas de protección para mayores

Sucede que las personas colapsan y, como resultado, quedan bajo protección legal. Luego, se levantan y pueden tomar el control de sus vidas. Sin embargo, la ley de Luxemburgo no prevé una re-evaluación periódica de las medidas de protección jurídica de los adultos, como ocurre en otros países. Por supuesto, el adulto protegido puede solicitar la revisión de su expediente, pero nuevamente, la falta de información y la complejidad de los trámites pueden ser un obstáculo. Estas personas corren el riesgo de permanecer bajo tutela durante mucho tiempo si no piden la emancipación.

Pistas para romper el círculo de la pobreza

En las reflexiones llevadas a cabo juntos, se consideraron algunas pistas para romper el círculo vicioso de la pobreza y responder de manera adecuada y respetuosa a las necesidades y la situación de las personas que viven en la pobreza. Aquí hay dos ideas de orden general, propuestas por militantes del Cuarto Mundo, que fueron discutidas durante el Diálogo Participativo de 2021 con Olivier de Schutter:

  • « En primer lugar, pensamos que deberíamos crear lugares donde los profesionales y las familias en situación precaria puedan reunirse para conocerse mejor. Deben poder pensar juntos para encontrar las mejores soluciones para el bienestar de todos los miembros de la familia. Aprender unos de otros y formarse juntos es importante. A través de este intercambio, nosotros, las personas en situaciones difíciles, podríamos comprender mejor el papel de los diferentes servicios (oficinas sociales, servicio de protección juvenil, servicios, vivienda, etc.) y el tipo de ayuda que los servicios de los trabajadores sociales pueden ofrecernos. También podríamos aprender a expresar mejor lo que estamos viviendo y nuestras necesidades y todo ello sin enojarnos. Por su parte, los profesionales podrían aprender de nosotros qué significa “vivir en la pobreza” y comprender los esfuerzos que hacemos. Quizás comprendan que “pedir ayuda” es muy difícil y que muchas veces nos da miedo. Quizás descubran que tenemos diferentes formas de expresarnos, independientemente del idioma que utilicemos. Es posible que comprendan que es importante confiar en las personas y en sus capacidades. Podríamos mostrarles que podemos y debemos ser considerados como asociados para cambiar nuestras vidas. En segundo lugar, en términos de colaboración, vemos que hay cosas que podrían cambiar para que los trabajadores sociales puedan ofrecer una ayuda más adaptada a las personas en situaciones difíciles. »

Foto : ATD Cuarto Mundo Luxembourg, 2023 © ATD Cuarto Mundo