Jóvenes solidarios se movilizan para la rehabilitación de una vivienda

«La solidaridad y la fraternidad son eficaces y ponen en pie a las personas»; Según enuncia el segundo eje de acción de ATD Cuarto Mundo en Bukavu, República Democrática del Congo. Las y los jóvenes toman muy en serio esta afirmación. De manera periódica se reúnen, mutualizan su valor, sus esfuerzos y algunos medios para realizar acciones solidarias.

En el mes de agosto, cerca de treinta jóvenes, niñas y niños procedentes de tres barrios diferentes (Muhungu, Kadutu y Burhiba) se dieron cita para reconstruir la casa de una anciana y de su familia situada sobre una colina, lejos de la ciudad, únicamente accesible a pie. Hay que caminar durante mucho tiempo para llegar. «Venimos de diferentes municipios para demoler y reconstruir, en un día, la casa de una familia que vive una situación precaria. Aunque hay vecinas y vecinos alrededor, esta familia parece aislada de la comunidad. Lo que hemos realizado me parecía imposible, pero he observado que nuestra prioridad, ‘la solidaridad y la fraternidad ponen en pie a las personas’, es muy sólida«, decía un joven.

rdc-chantier-articlejeunes2Como suelen hacer siempre, las y los jóvenes se esforzaron mucho para que les prestaran herramientas, para reunir algunos materiales, e incluso esta vez habían comprado algunas láminas de zing con sus propios medios. Durante todo el día, por turnos, las niñas, niños y jóvenes fueron caminando a buscar el agua necesaria para la fabricación del mortero, y para ello, había que bajar al río, al pie de la colina. Las niñas enderezaron uno a uno los clavos viejos del antiguo tejado para volver a darle forma.

La tarea era de tal magnitud que algunos se preguntaron si serían capaces de ir hasta el final. René, un animador, les preguntó entonces la razón por la que habían decidido venir. «Porque la injusticia que vive esta familia es insoportable.» Así, les hizo reflexionar sobre el hecho de que si la construcción no se llevaba a término, la injusticia sería aún peor: «Esta familia no tiene donde dormir. Si no terminamos, corremos el riesgo de hacerla sufrir más, en lugar de tranquilizarla«. De este modo, las y los jóvenes se motivaron y no terminaron hasta tarde, a las siete. La frase de Joseph  Wresinski que se utilizó en una formación y que les alentó a continuar era: «No se puede ayudar a un pobre hoy y olvidarlo mañana«. Para no traicionar la confianza de los padres, que regularmente alientan a sus hijas e hijos a solidarizarse con otras niñas y niños de familias muy pobres, las y los jóvenes animadores acompañaron a cada uno de ellos a su domicilio.

rdc-chantier-articlejeunes4Todas las personas estaban felices al ver a esta anciana y a su hija bailar, aliviadas por el hecho de poder dormir en su nueva casa. Los niños, refiriéndose a la pequeña de cerca de cinco años que padecía malaria, decían: «Al menos esta noche no va a temblar mucho, no le picarán los mosquitos«. Fanuel, uno de los jóvenes, señaló que la anciana los había alentado diciendo: «Si todos los jóvenes siguieran vuestro ejemplo, el sufrimiento debería terminarse«.

La evaluación de esta reconstrucción solidaria permitió a las y los jóvenes establecer vínculos con los otros ejes de la programación: «Ser amigos de los sin amigos» y «Lograr que cambie la mirada de la sociedad sobre los más pobres». Efectivamente, esta acción interpela al entorno.

  • «Jóvenes que vienen de lejos, niñas y niños que trabajan de este modo… La gente se hace preguntas. Se dicen: «¿qué es esto?, ¿dónde estamos nosotros, nosotros que constituimos el vecindario directo de esta anciana?.»

Los jóvenes observaron que un vecino del barrio vino espontáneamente a ayudar a colocar las láminas de zing del tejado.

Faustin y Déo, los responsables que acompañan desde hace años a estos jóvenes, señalaron que esta acción también constituye una fuente de formación sobre la realidad de la extrema pobreza: «Las niñas, niños y jóvenes llegan a una familia donde no hay nada, descubren lo que es la miseria. Una vez de regreso a la casa, lo cuentan a sus padres.» Déo añade: «Este tipo de actividades también explica lo que es ATD Cuarto Mundo: es la unión de todas estas personas que quieren alcanzar un resultado«. El éxito de esta acción fue la experiencia misma y la demostración de que la justicia, la dignidad y el bienestar no necesitan obligatoriamente de grandes medios para convertirse en una realidad para todas las personas. Con medios modestos es posible lograr que las cosas mejoren. Esta juventud hace que, poco a poco, toda su comunidad lo comprenda.