La Biblioteca de Campo, la biblioteca que toma la iniciativa

La Biblioteca de Campo es una acción que tiene como primera ambición despertar las inquietudes y la determinación de niñas y niños por aprender y conocer nuevos temas y para que puedan experimentar diferentes apreciaciones sobre el mundo y la vida.
Al igual que la Biblioteca de Calle es una herramienta de encuentro para aproximarnos a las palabras, la reflexión y la creatividad.

Cada semana en Cuyo Grande, Pisaq1, un equipo de voluntarios de ATD Cuarto Mundo en Perú prepara la Biblioteca de Campo2. Los libros se seleccionan con atención imaginando las caras de los niños y pensando en aquellos textos que los sorprendan y despierten su interés.

Una acción que va al encuentro

Esta biblioteca, que no espera y que va al encuentro, tiene la prerrogativa de acercarse a las personas que no se atreven, las solitarias o excluidas a causa de la pobreza que sufren. Las y los animadores de este espacio, caminan por la comunidad con sus mochilas al hombro. Además de historias, imágenes e ideas llevan la mejor voluntad. Los niños al verlos salen de sus casas, como si oyeran el llamado de los libros. Los más tímidos se esconden tras sus puertas, sus pies se inquietan y sus ojos bailan antes de unirse a los demás y a los animadores que los reúnen con amor y alegría. Edith es una de las animadoras. Observa a una niña detrás de un muro y le hace un gesto con la mano, se acerca, y le dice:

  • «¡Haku, mana qanwanqa manan qallarinmanchu! / ¡Vamos, sin ti la biblioteca no puede comenzar!»

Lucia, tímidamente le da la mano y se suma a estos niños que, gracias a los libros, esta tarde están invitados a soñar.

Sobre la hierba, en esa bella quebrada de los Andes sagrados, se prepara un festín de palabras y saberes que, sin distinción, todos se llevarán a la boca. Los niños de esta región son bilingües. Entre sus cuerdas vocales danzan el quechua «la lengua de los hombre» y el castellano, «la lengua de la conquista de ayer, pero también del diálogo intercultural del mañana».

La biblioteca vive entre dos idiomas

Durante la biblioteca, el quechua es el idioma que invita, reúne y se expresa. Los libros de esta biblioteca en su gran mayoría están escritos en español, por eso Edith invita a los niños a leer a través del quechua, dialoga con ellos en la misma lectura, y cuando lee lo hace en castellano, al igual que los niños, y si alguien pregunta o hace un comentario son libres de hacerlo en la lengua que quieran. Vivir entre dos idiomas debiera ser algo natural. Finalmente, cualquier idioma es vehículo de cultura y nace de la necesidad de expresar y compartir con otros el conocimiento y la sensibilidad.

Es una injusticia que niños y adultos dejen pasar sus vidas sin poder leer ni gozar aquellas expresiones de belleza e ingenio que conforman la humanidad. Es injusto también no poder ejercer una opinión sobre sus gustos y preferencias. Al igual que los alimentos, los niños tienen que probar de todo, conocer a qué saben las cosas, y si no les gustan, no importa, al menos se tuvo la oportunidad de descubrir y de decidir que eso era para ellos.

La Biblioteca de Campo, como la de Calle, es una herramienta de encuentro para aproximarnos a las palabras, la reflexión y la creatividad. Tanto las niñas y niños, madres, padres y animadores intentan siempre ofrecer lo mejor de sí mismos porque saben que esta biblioteca es también un espacio de construcción de una cultura viva.

  1. Comunidad campesina de Cuyo Grande, Pisaq en Cusco – Perú
  2. Biblioteca de Campo: Adaptación al mundo rural de la acción Biblioteca de calle del Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo