Georges, retrato de un compromiso

«No tengo ni la fuerza ni el material necesario para equipar la escuela, pero tengo la fuerza que Dios me ha dado.»

Cada día cruzo el río que atraviesa Bangui para llegar a la isla Mbongossoua. Esta isla forma parte de la capital, pero es un lugar abandonado: no hay escuela, ni hospital…nada. Sin embargo cuenta con una población considerable.

Fui a visitar a todas las familias y a las niñas y niños para conocer mejor sus condiciones de vida. Con estas familias y también con el delegado del barrio se estableció una relación de confianza. Así, pude saber que familias podían pagar y cuáles no. Si veo que una familia no puede respetar su compromiso a la hora de pagar, la considero como un caso particular.

Querer que las niñas y niños más pobres tengan éxito en la escuela nos obliga a inventar.

Desde un principio encontramos dificultades: ¿cómo hacer para que las niñas y niños puedan terminar su año escolar? Algunas familias, por su pobreza, tienen que salir a pescar a diferentes poblados del río, llevando con ellas a sus hijos.

Pese a las condiciones difíciles de la escuela y burlas de algunos padres, en ningún momento me he desanimado. Al contrario, me agrada mucho ver que las niñas y niños aprenden pese a las dificultades de sus familias y de su escuela.

No tengo ni la fuerza ni el material necesario para equipar la escuela, pero tengo la fuerza que Dios me ha dado. Las personas verán que mi iniciativa va a funcionar.

Gracias a ATD Cuarto Mundo yo también me cultivo y aprendo, especialmente con la «Carta a nuestros Amigos en el Mundo». Conjuntamente avanzamos para «Actuar Todos por la Dignidad».Georges, República Centroafricana, Congreso de los miembros del Movimiento ATD Cuarto Mundo, 2012.