Basarse en la Convención sobre los Derechos de la Infancia

Dibujo tomado de la publicación Tapori

La aprobación de la Convención sobre los Derechos de la Infancia (CDI) ha supuesto un importante avance para el reconocimiento de los niños y niñas como personas y sujetos de derecho por las sociedades y comunidades donde viven. Tal como esperaba James Grant, entonces director general de Unicef, esta Convención ha servido de firme y novedoso apoyo para las instituciones, ONG y para la ciudadanía que trabajan por el respeto de los derechos de la infancia y para ofrecerles un futuro mejor.

Logros alcanzados por ATD Cuarto Mundo y elementos por resolver

En lo relativo a las niñas y niños en situación más grave de pobreza, así a como sus familias, durante el trabajo previo a la aprobación de la CDI, ATD Cuarto Mundo, junto con otras ONGs integrantes del Comité de ONG Cuarto Mundo en Ginebra, lucharon por defender los siguientes puntos:

1. Expresar la prioridad a las niñas y niñas más desfavorecidos,
así como reiterar la existencia de la extrema pobreza en todos los países, tanto desarrollados como en vías de desarrollo —retomando las categorías utilizadas en los años 80— y el hecho de que la pobreza y la exclusión social no son sólamente una cuestión Norte-Sur. Para lograrlo, el argumentario elaborado fue:

  • «La única forma de evitar la exclusión de las niñas y niños (de las personas) más desfavorecidos es prestándoles una atención especial, hacerles testigos y evaluar a partir de ellos los esfuerzos realizados. No se trata de crear nuevos privilegiados, o una categoría especial de niñas y niños, sino para lograr que sean la referencia y que marquen la medida de nuestros avances en beneficio de la infancia»

Así, la historia muestra que cuando la voluntad de dar prioridad a las niñas y niños más desfavorecidos no se explicita, nunca se llevan a cabo.

Estas preocupaciones se reflejan bien en un párrafo del preámbulo de la Convención y que es una victoria en beneficio de toda la infancia al enunciar:

  • «Reconociendo que en todos los países del mundo hay niños que viven en condiciones excepcionalmente difíciles y que esos niños necesitan especial consideración».

2. El reconocimiento de las niñas y niños en condiciones de extrema pobreza como impulsores del cambio, en especial en razón de su capacidad para movilizarse y movilizar a personas adultas para actuar conjuntamente contra lo inaceptable de su situación. La Declaración Universal de los Derechos del Niño, así como la CDI, se han inspirado profundamente en ellos porque su situación es intolerable y porque son lo que mejor refleja las situaciones que se deberían evitar para todos los niños.

3. Incluir la corresponsabilidad de la familia y del Estado sobre el futuro de los niños y niñas. En este punto, ATD Cuarto Mundo mantiene una especial vigilancia porque todavía demasiadas niñas y niños en situación de extrema pobreza sufren la separación de sus familias. El manual de las directrices; importante texto publicado en 2012 para contribuir a la aplicación de las obligaciones definidas por la Convención destaca en su capítulo 5 la importancia del apoyo a las familias para evitar la separación, en especial en razón de la situación de retirada del cuidado parental.

4. Centrarse en las niñas y niños en edad preescolar porque es donde están en juego todos los elementos que contribuirán a la construcción del niño o de la niña.

5. Llevar a cabo una evaluación de la aplicación de la Convención a partir de las niñas y niños en situación de extrema pobreza para garantizar que los esfuerzos que los Gobiernos e instituciones han realizado llegen realmente hasta ellos.

6. Negarse a señalar a los culpables de la extrema pobreza de los niños.
«Nuestro deseo era que las disposiciones de la Convención permitieran renunciar a toda forma de denuncia entre Estados y prevenir al máximo la delación entre naciones y pueblos y motivar una voluntad de acción y cooperación entre todas las partes asociadas».
La forma en la que se va a dirigir la aplicación de la Convención debe dirigirse a: dar apoyo a los Estados y no a su acusación. Se trata de un importante avance respecto al sistema de aplicación de otras convenciones de las Naciones Unidas.

Perspectivas

La Convención sobre los Derechos de la Infancia es el primer tratado internacional que reconoce la situación de las personas desfavorecidas, en este caso las niñas y niños, y que solicita a los Estados que les concedan una atención especial. Asimismo, ha abierto el camino hacia acciones para la abolición de las peores formas de trabajo infantil (véase Convenio n° 182 de la Organización Internacional del Trabajo, firmada en 1999); las campañas en favor de la educación primaria gratuita y accesible a todas las niñas y niños (en concordancia con el artículo 28 de la Convención sobre los Derechos de la Infancia); el cierre de instituciones de acogimiento en favor del apoyo a la familia extensa, por no citar más que algunas de ellas.

El reconocimiento de la existencia de niñas y niños de familias especialmente desfavorecidas ha llevado a nuevos avances en la lucha contra la extrema pobreza. En febrero de 1987, Joseph Wresinski intervino ante la Comisión de Derechos Humanos (veáse su intervención en el sitio web del Centre Joseph Wresinski) para solicitar que se llevara a cabo un análisis de la relación entre la extrema pobreza y los derechos humanos. Esta petición fue escuchada y el resultado fue la adopción, en diciembre de 2012, de los Principios rectores sobre la extrema pobreza y los derechos humanos por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

ATD Cuarto Mundo sigue fundamentando su labor de incidencia política ante las Naciones Unidas, tanto en Ginebra como Nueva York, en la Convención sobre los Derechos de la Infancia y en otros documentos de la ONU posteriores que se inspiran en él, como las directrices , en 2009, y los principios rectores, en 2012. Estos documentos ponen de relieve principios de una gran capacidad transformadora pero que no siempre se aplican de manera adecuada. Sin embargo, proporcionan argumentos de fondo y estándares universales para el diseño de planes de acción ante los nuevos desafíos que debe afrontar la comunidad internacional, como la crisis climática, el aumento de las desigualdades, las tensiones sociales y las migraciones consiguientes. Las relaciones establecidas por ATD Cuarto Mundo con los embajadores ante las Naciones Unidas, las ONG internacionales y las instancias mismas de la ONU constituyen alianzas esenciales para permitir el avance de la visión de un mundo mejor para las familias y las niñas y niños más vulnerables a nivel internacional que, a su vez, abren vías de acción sobre el terreno.