Hay que parar este círculo vicioso

familias que hacen lo imposible

Foto : creación de Sandra, militante Cuarto Mundo – Luxembourg © ATD Cuarto Mundo


Andréa, autora del siguiente artículo, es una de las muchas madres  que en Suiza se ven afectadas por las medidas de protección de la infancia que les quitan el derecho a determinar el lugar de residencia de sus hijos.

Durante la época de “confinamiento” decretada por el Consejo Federal, la mayoría de estos niños fueron confinados en hogares sin derecho de visita.

  • «Junto con otros padres, decidimos escribir a la Sra. Sommaruga, la presidenta del país, porque queríamos que el Consejo Federal tomara una decisión acerca de nuestra situación. Si esto durara seis meses, ¡no podría imaginar no ver a mis hijos durante tanto tiempo!»

Capaces de asumir responsabilidades

  • Durante la época del coronavirus, sentí aún más que no se nos veía como padres responsables. Las decisiones se tomaron sin preguntarnos cómo estábamos viviendo esta crisis, cómo habíamos instalado desinfectante en nuestras casas, si sabíamos cómo lavarnos las manos y entender los gestos barrera.
  • Siempre tenemos la impresión de que no nos dicen todo, que nos ocultan cosas.
  • Mi padre fue retirado de su familia, yo fui retirada, mis hijos también. Temo por mis hijos, que más tarde les quiten también a sus hijos. Este círculo vicioso tiene que parar.
  • Poder ver a nuestros hijos en videoconferencia fue una dura lucha que se libró durante toda la época del confinamiento, una lucha importante para los padres. Ocho semanas sin verlos, solo oírlos, sin contacto visual, ¡salvo una vez por Skype! Desde el principio, hice todo lo posible para instalar Skype. Tenía que conseguir un ordenador, aprender la técnica. Por WhatsApp era posible, pero era diferente, porque no podía ver a mis hijas juntas. ¿Por qué los hogares no hicieron la videoconferencia más regular y natural desde el principio?
  • Algunos educadores han buscado hacer cosas buenas por su cuenta. Por ejemplo, filmaron la reunión con nuestros hijos el viernes anterior al Día de la Madre. ¡Todos teníamos lágrimas en los ojos!

Querer contribuir a los cambios

  • ¿Cómo podemos trabajar juntos para lograr mejoras, cambios necesarios?
  • Si los responsables hubieran realmente escuchado la voz de los padres, habrían tomado las medidas necesarias para ponernos en contacto con los diferentes servicios y los profesionales para intentar mejorar esta situación. Estoy feliz de formar parte de la Universidad Popular Cuarto Mundo. Nos permite conectar con otros padres que están pasando por lo mismo, no sentirnos solos, aprender sobre nuestros derechos. Además, intercambiamos con profesionales y académicos para expresar y comprender mejor lo que experimentamos con las instituciones y ser reconocidos como personas que pueden hacer que las cosas cambien y actuar por el bien de todos. Lamentablemente, la situación vivida durante la crisis ha hecho que la confianza en las instituciones baje un poco. Llevará tiempo recuperar esa confianza.

Hacer que nuestra voz sea escuchada

  • Ir a la radio me ha dado confianza: sé lo que valgo, soy una persona humana y una madre como cualquier otra. Puedo expresar lo que pienso. Suelo guardarme todo para mí, pero en la radio me atreví a abrir la boca, exponer mis desacuerdos, mi carácter, compartir mis ideas y mi opinión. Al mismo tiempo estaba ansiosa ante la idea de que me criticaran. Pero recibí respuestas positivas y apoyo de mis amigos. De los profesionales, recibí algunos comentarios, pero hasta ahora no hubo nuevas formas de continuar el diálogo. Espero que esto llegue.

Familias que hacen lo imposible

  • Ha sido importante hacer que nuestra voz sea escuchada por la presidenta del país y aún más importante recibir una pronta respuesta de ella, reconociendo nuestro sufrimiento:
    • “No podemos clasificar los sufrimientos experimentados durante esta pandemia, pero el sufrimiento de los padres separados de sus hijos por un período de tiempo indeterminado es ciertamente uno de los mayores.”
    • Sra. Sommaruga, presidenta de la Confederación Suiza

Lo que ya no quiero continuar sufriendo

  • Estar completamente separada de mis hijos, aunque en el fondo sé que no estoy haciendo nada malo, he sentido que estaba abandonando a mis hijos. Este sentimiento de abandono, ¡no quiero tener que sufrirlo más!»

Andréa Saffore