Comprometer a la humanidad a repensarse a sí misma

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Estimadas amigas y amigos,

Cada época conlleva sus propios desafíos. Regularmente, el Movimiento ha aprovechado la oportunidad de estos acontecimientos, como hacía Joseph Wresinski, fundador de ATD Cuarto Mundo, cada vez que la humanidad o un país concreto se veían sacudidos por sucesos políticos
o sociales, para recordar que:

“El objetivo del Movimiento, más que denunciar, es obligar a toda la humanidad a replantearse, a reconsiderar, todos los ideales que tiene sobre aquellas personas que, por derecho, deberían estar en la comunidad y que, de hecho, se encuentran fuera de ella”.

Con el drama de la pandemia de covid-19 se han levantado muchas voces que perciben en este momento histórico una advertencia y una posible movilización para detener el exceso de destrucción humana que el supuesto progreso ya no puede ocultar. Estas voces se alzan prioritariamente por motivos ecológicos y sociales. Se lanzan llamamientos y circulan campañas de firmas en las redes sociales. Vivimos con el mundo el reto común de luchar contra la pandemia de covid-19.

Pero, ¿vive el mundo con nosotros el desafío común de querer la erradicación de esta otra pandemia que es la miseria?

Desde principios de marzo, de un grupo de ATD Cuarto Mundo a otro, de una región a otra, intercambiamos noticias de la vida de las personas y familias, de las más pobres en particular, y les hemos informado de ello en nuestras cartas. No todos los países sufren las diferentes etapas de la pandemia al mismo tiempo. Algunos están ya en la salida del confinamiento, mientras otros todavía no han alcanzado el pico de la epidemia. Es tiempo de emergencia y actuamos con los medios a nuestro alcance. Llevamos a cabo acciones de grupo o acciones individuales, a menudo creativas, como Movimiento y con otras organizaciones y asociaciones locales. Empezamos también a proponer grupos de trabajo para replantear nuestras acciones, interpelar a los dirigentes de nuestros países, participar en temáticas de sociedad.

  • Hemos visto en algunos países reaparecer la organización del reparto de alimentos como primera respuesta a la crisis social que sufren las personas en situación más precaria. Somos los primeros que reconocemos que hay familias que ya no tienen nada y que necesitan ser socorridas, nosotros mismos lo hacemos.
    Pero estos repartos surgen de nuevo como la solución para toda una parte de la población. Las personas reciben esta solución porque es la única propuesta que se les ha hecho, a pesar de que aspiran también “por derecho” a replantearse la vida futura como los demás.

Joseph Wresinski puso de manifiesto muy pronto, desde Noisy-le-Grand, el principal desafío del Movimiento ATD Cuarto Mundo:

  • “este pueblo nunca saldrá de su miseria mientras no se le reciba donde discuten y debaten las demás personas. Debe estar allí, en igualdad de condiciones, en todos los lugares donde los seres humanos hablan y deciden, no solamente del presente, sino del destino y del futuro de la humanidad”.

¿Dejaremos pasar esta cita histórica que se nos presenta hoy para el día después de la pandemia? ¿Qué disponibilidad, qué esfuerzos vamos a invertir para que las personas más pobres estén en la misma mesa con todas los demás para concebir el futuro? Pensarlo, pero no solamente para nosotros mismos, sino para todas las personas.

Quienes tienen experiencia de sufrir y resistir a la pandemia de la miseria, el aislamiento y el distanciamiento social durante toda la vida, tienen una contribución única que aportar.
Y también tienen derecho a sacar fuerzas de las corrientes esperanzadoras que surgen a nuestro alrededor.

Nos corresponde a nosotros vivir en primer lugar este proceso que el Movimiento propone a la ciudadanía y a las instituciones. Por eso, en nuestra última carta nuestro equipo les propuso una primera cita alrededor del 15 de mayo, Día Internacional de las Familias, a partir de unas preguntas1 para hablar de lo que hemos aprendido y de lo que queremos para el mundo futuro. Hagamos un esfuerzo por reunirnos, entrevistar y pensar, individualmente o en pequeños grupos, con personas que no tienen ninguna oportunidad de ser escuchadas. En algunos lugares se hará mediante conversación telefónica, en otros lugares será posible desplazarse respetando las normas de distanciamiento físico o dedicar un tiempo a personas que están de paso en la casa Cuarto Mundo.

Llegaremos así, a través de diferentes etapas, a un Día Mundial para la Erradicación de la Extrema Pobreza renovado y reforzado por todo lo que estamos viviendo. ¡El llamamiento del
17 de octubre a unirse es, más que nunca, pertinente y necesario!

En espera de sus contribuciones y reflexiones, les expresamos toda nuestra amistad.

 

    1. ¿Qué cambia con la pandemia?
    2.  ¿Qué cosas de mi vida anterior a la pandemia no quiero que se repitan después?
    3. ¿Qué cosas nos gustaría lograr cambiar?
    4. ¿De qué manera todo ello cuestiona mi compromiso?
    5. ¿De qué manera cuestiona los Compromisos Comunes del Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo?