Superar la pobreza: apoyo mutuo entre generaciones

Un miembro de ATD Cuarto Mundo que ha crecido en un situación de extrema pobreza afirma: «Incluso si nunca hubiese conocido ATD Cuarto Mundo, posiblemente hubiera podido salir de la pobreza. Pero lo que nunca hubiera podido lograr sin ATD es haber mantenido el compromiso de seguir con quienes viven como yo. …Necesitamos estar juntos». En Nueva York y durante cuatro generaciones se ha consolidado un apoyo mutuo que ha ayudado a unas mujeres increíbles superar los obstáculos y resistir a la violencia que les ha rodeado.

Crystal Danzler

Crystal Danzler creció en la Ciudad de Nueva York. Después de desalojos y expulsiones, los servicios sociales a menudo enviaban a la familia a centros de emergencia habitacional. Cuando Crystal tenía 20 años, explicaba así el impacto positivo del programa de Bibliotecas de Calle de ATD Cuarto Mundo:

«Crecí en un barrio violento en el que no existían centros comunitarios, ni lugar alguno a donde ir con excepción de nuestra propia casa o la calle. Gracias a las Bibliotecas de Calle, las calles pasaron a ser un lugar mejor. […] La Biblioteca de Calle nos proporcionó valores que ayudaban a reducir algo la violencia. La vida era dura, de manera que teníamos que ser aún más duros».

«Durante la Biblioteca de Calle, la calle pasaba a ser un espacio en el que nos podíamos sentar y leer, pintar y hacer cosas. La lona sobre la que se hacía la Biblioteca de Calle se ponía en la acera, o en un pasillo, o en cualquier lugar donde se tuviera que poner. Cuando poníamos la lona, un lugar que antes violento se convertía en un lugar seguro».

«Hay jóvenes que suelen crear problemas porque quieren ser aceptados, pero la Biblioteca de Calle también era para ellos y muchos de ellos cambiaron. Cuando pienso cómo eran antes, nunca hubiera pensado que se convertirían en grandes personas, pero han cambiado».

«Crecer con la presencia de ATD Cuarto Mundo contribuyó a que me convirtiera en quien soy a día de hoy. La familia de Cuarto Mundo me ha llevado a lugares donde no me habrían llevado las calles».

«Me ha enseñado a mantener una visión positiva y me ha inspirado a volver siempre a mi comunidad y a servir de impacto positivo allá donde me lleve la vida, el mismo impacto positivo que ATD Cuarto Mundo ha tenido para mí».

Zena Grimes y Jean Stallings

La madre de Crystal, Zena Grimes, pudo recobrar fuerzas y motivación con una antiguo miembro de ATD Cuarto Mundo, Jean Stallings, que también creció en la pobreza. La Sra. Stallings explica:

«Zena tuvo a sus hijos muy joven y perdió un hijo. Tuvo que vivir en muchos albergues de urgencia antes de poder beneficiar de una vivienda social. A su hermano lo asesinaron. Ha tenido que vivir tantas cosas; y además sin un título de educación secundaria».

«Los años que participó en ATD Cuarto Mundo reforzaron su confianza. Así que, finalmente, preguntó a los profesores de sus hijos: «¿Y las madres y padres? Nosotros también queremos aprender». ¡Pero nadie la escuchó! Con ella, estos profesores iniciaron una clase de educación de adultos y Zena tiene, a día de hoy, su título de secundaria».

«Tuvo que pasar mucho tiempo para que, desde que nos conocimos, tuviera confianza en mí». Pero hoy día tiene una increíble seguridad en sí misma. Digo, «Zena, si yo he podido volver a la escuela con 40 años, tu que eres mucho más joven, ¡puedes lograrlo! Cuando alguien confía en que puedes lograr hacer algo, no puedes defraudarle. Muchas veces he querido abandonar, pero alguien me dirá que intente resistir. Sientes que creen en ti, lo que te provoca un sentimiento de autoestima, y pienso que es esto lo que tengo que ofrecer a los jóvenes con ATD Cuarto Mundo».

«Mi madre me animó»

La madre de Jean Stalling tuvo que dejar la escuela con 14 años. Ella misma dejó la escuela a los 16 para ganar dinero trabajando en casas. «Necesitas apoyo cuando estas sola y desbordada», afirma. «Siempre estás preocupada por la comida, la ropa y los niños…».

«No tengo un diploma de estudios secundarios», continúa diciendo la Sra. Stallings. «Años después, mi madre me animó a [obtener un título universitario] a los 40 años. Es la razón por la que actualmente apoyo a otras personas que atraviesan muchas dificultades».

«Cuando hablo con ellos es para hacerles sentir capaces y para decirles que muchas de las cosas que las personas dicen que no podemos hacer en la vida son las mismas cosas que descubres que sí puedes hacer».

La Sra. Stallings ha visto a muchas niñas y niños madurar y participar en los programas y acciones de ATD Cuarto Mundo. «He conocido a muchos de ellos cuando eran muy jóvenes, han crecido y han pasado a ser defensoras y defensores de los demás. Han permitido la participación de personas en proyectos de vivienda y reuniones de ATD Cuarto Mundo.

«Han dicho: ‘Puedes aprender a expresar tus sentimientos sin tener que ir a la calle o cometer delitos. Puedes hacer algo que te ayude a ti mismo y a tu familia y que te permita sentirte orgulloso’. Han traído a jóvenes con quienes tendrías miedo de cruzarte por la calle debido a su forma de vestir. Pero resulta que tienen un corazón de oro y que desean lo mismo que cualquier otro joven».

«Cree en ti misma», la transmisión de cuatro generaciones

El apoyo mutuo durante cuatro generaciones muestra que un elemento esencial para superar la extrema pobreza es ofrecer motivación, autoestima y orgullo. Con frecuencia las personas mejor situadas para lograrlo son personas que ellas mismas han vivido en situación de extrema pobreza. Desde hace más de 60 años ATD Cuarto Mundo trabaja por establecer, en la ciudad de Nueva York y en otros muchos países del mundo, una dinámica de apoyo mutuo y la construcción de una comunidad de iguales.

Los extractos de la intervención de la Sra. Jean Stallings que aparecen en este artículo están tomados de su epílogo en el libro Until the Sky Turns Silver [Hasta que el cielo se vuelva gris].