Reacción ante las elecciones en Estados Unidos: Valorar la dignidad humana

Mensaje del Equipo de Delegación General del Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo.

A lo largo de la reciente campaña electoral en Estados Unidos, se han utilizado palabras duras, palabras que no respetan la dignidad humana. Muchos discursos, acciones y opiniones fueron profundamente ofensivos, para ciudadanas y ciudadanos de Estados Unidos y del mundo entero. Algunas personas expresaron su rabia, sus frustraciones, sus miedos y su rechazo a los responsables políticos que no han logrado tomar en serio las realidades que enfrentan. Esto mismo ha sucedido recientemente en el Reino Unido con el voto del Brexit y también hay muchas posibilidades en perspectiva de que suceda en el resto de Europa.

Debemos encontrar los medios para seguir entendiendo el rechazo al status quo que ha sacudido Estados Unidos y otros países en el mundo. La realidad actual constituye una señal que nos empuja a ser todavía más creativos en la búsqueda de quienes se sienten marginados, maltratados o engañados, las personas cuyos peores temores han sido manipulados. Asimismo debemos seguir aumentando la comprensión y la solidaridad con todas las personas cuyas vidas son frágiles, que viven la incertidumbre económica o la extrema pobreza, incluyendo a todas las personas que deben superar la discriminación y los prejuicios. Los próximos años requerirán de una gran valentía.

Hoy hemos recordado la gran estima que el fundador de ATD Cuarto Mundo, Joseph Wresinski, tenía por Estados Unidos. Estaba convencido que era el lugar en el que todos los movimientos sociales por la justicia podrían renovarse. En 1983 se expresaba así en un discurso dirigido a ciudadanas y ciudadanos estadounidenses:

  • «Como pueblo, ustedes son los descendientes de esas familias que durante siglos, se alzaron contra la miseria y la opresión […y] que perseguían la creación de una sociedad justa, fraterna y pacífica. El orgullo y la valentía de estas generaciones corre por sus venas y es la razón por la que América constituye un símbolo de libertad, de justicia y de paz.
    América no siempre se ha mantenido fiel a sus ideales y a su destino. Pero cuando América es infiel a sus ideales, todo el mundo se siente traicionado y sufre, y las personas que viven en situación de pobreza son humilladas y se ven privadas de esperanza, porque se quedan sin una tierra de libertad. Se quedan sin una tierra en la que la libertad puede enraizarse y crecer, donde la esperanza puede surgir de nuevo. […] Las personas que padecen la miseria, el hambre, la ignorancia y la desesperación mantienen sus ojos dirigidos hacia este país. América tiene la responsabilidad de permitir a las personas que viven las situaciones más graves de pobreza encontrar la libertad, la justicia y la paz. […]
    Pero poner fin a la pobreza no es únicamente una cuestión de distribución de dólares o de planificación de programas de desarrollo en los diferentes departamentos, ni tiene que ver con agitar pancartas o gritar consignas. La erradicación de la pobreza requiere el encuentro con mujeres y con hombres. Requiere salir en su busca dondequiera que se encuentren, no con el objeto de enseñarles, sino para aprender de ellos la validez de nuestras propias convicciones, para aprender de ellos quiénes son y que es lo que esperan de nosotros, así, conjuntamente, podemos alcanzar sus verdaderos propósitos.
    De este modo, encontramos el valor para abandonar las propias seguridades, para buscar a las personas que viven las situaciones más graves de pobreza en el mundo. Entonces, y solo entonces, tendrán razones para creer en la libertad, en la justicia y en la paz.» Joseph Wresinski

El pueblo americano es más generoso de lo que muestra esta campaña de insultos y polémicas. Sabemos, a través de todas estas personas que valoran la dignidad humana de cada una y de todas las personas que el país cuenta con una gran creatividad, valor y audacia para encontrar la manera de avanzar.

Diana Skelton, Jacqueline Plaisir, Jean Toussant e Isabelle Pypaert Perrin