Querido Joseph Wresinski: ¡Feliz cumpleaños!

Djynamo, la rama joven de ATD Cuarto Mundo, reúne a jóvenes de toda Europa. En Bélgica hay dos grupos de jóvenes, uno de habla francesa y otro neerlandés. Desde marzo de 2017, este último se ha reunido cada mes con el director Thomas Janssens. A partir de sus historias, experiencias, preguntas e ideas escribieron esta carta a Joseph Wresinski, fundador de ATD Cuarto Mundo, con motivo de su centenario.
El pasado 17 de Octubre, durante la celebración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, dieron lectura a la misma en Bruselas.

Somos Angie, Evert, Glenn, Jonathan, Lieven, Ludovic, Remco, Sara, y Sien. Formamos parte de Djynamo, la rama juvenil de ATD Cuarto Mundo, un espacio donde las y los jóvenes tomamos la palabra. Somos, como se dice, la juventud. ¡El futuro!, ¡la nueva generación!. Desde hace 7 años, y más aún, nos reunimos con otras personas de nuestra edad. Para estar juntos, para hablar y para escuchar. Djynamo, es solidaridad. Es compartir. Es ponerse de acuerdo. Más allá de las diferencias de países y culturas.

Tenemos que admitir que aunque a usted no le conocemos bien, sabemos por lo que ha luchado: por un mundo mejor, sin pobreza. Sin exclusión y sin ideas preconcebidas. Usted luchaba por la justicia y la dignidad.
Para muchas personas usted es un emblema. Usted logró que las personas se reunieran y usted hizo que se pusieran en movimiento. Hasta ahora usted siguen haciendo que esto suceda. Un poco como Gandhi o como Nelson Mandela. […]

¿Cómo podemos en la actualidad hacer que las personas se pongan en movimiento? ¿No es cierto que se trata de la pregunta a la que usted quería que diéramos una respuesta precisa? Nosotros creemos que esto únicamente se puede lograr si nos manifestamos. Cuando somos capaces de conocer verdaderamente a las demás personas. […]

¿Tal vez aún necesitamos de personas pioneras que entusiasmen? De esas personas que nos empujan y que se comprometen incondicionalmente a favor de las personas más vulnerables en nuestro entorno. No hemos encontrado todavía a muchas personas que sepan hacerlo. Glenn tenía un bonito ejemplo de ello: el educador de su internado le puso un pincel en la mano y le hizo que pintara. Cuando dejó la escuela, lo hizo siguiendo el sabio consejo de continuar por ese camino.

¿Tal vez tenemos que intentar ser esas personas que infunden ánimo y entusiasman a las demás?

Hace poco hemos vuelto a ver ‘Joseph el rebelde’, una película dedicada a usted. No podemos olvidar las partes duras que tiene la película. Las viviendas informales e inhumanas en las que vivían. Con qué facilidad se acepta vivir ahí dentro, pues se está mejor que fuera. Y lo difícil que es, en realidad.
El actor que hacía de usted en la película decía que es importante no quedarse solo. Que hay que unirse. ¿No es lo que usted había dicho siempre? Nosotros lo sabemos muy bien. El peligro de quedarse solo es que al final alrededor únicamente hay desesperación. Estar sola o solo, sin amigos, significa que sientes que te atacan por todas partes. Es creer que no tenemos nada más que enemigos. La soledad hace que haya agresión entre nosotros. Es vivir con angustia. […]

No sé qué entidad eligió este eslógan, pero no se puede decir mejor: Leaving no one behind’, no dejar a nadie atrás. Incluso si hoy en día suena a utopía. La consigna actual en el mundo es más bien: ‘You are on your own‘, ‘cuenta contigo mismo’.

Con frecuencia soñamos con llevar a cabo proyectos. Hacer cosas imposibles para lograr que nuestro día a día cambie. Para despertar a las personas, para alentarlas, para quitarles las anteojeras.

Por ejemplo, ¿y si una noche pudiéramos sustituir todos los paneles publicitarios?. Y que al levantarse al día siguiente para ir al trabajo, las personas vieran como se las saluda con cientos de eslóganes amables que les invitan a acercarse unas personas de otras como:

  • «Actuar Todos por la Dignidad».
    «Nunca estás sola/solo».
    «No te preocupes, sé feliz».
    «’Hakuna Malata’».
    «Ha llegado el momento de ponerse en pie para siempre. De ofrecer un tango a nuestros sueños y ser un ser humano, como todo el mundo».

O esta otra acción: eliminar de nuestro idioma una serie de palabras.

  • ‘Minoría’, por ejemplo, la eliminamos.
    ‘Desfavorecida/o’ también la eliminamos, e ‘inferior’.
    Y la palabra ‘disputa’, ‘discapacidad’, ‘desunión’. […]

Eliminamos las palabras ‘no tiene’, ‘le falta’. Porque esa realidad no existe. Porque el mundo desborda riquezas y abundancia. Se trata de repartirlas mejor. Eliminamos asimismo la palabra ‘mínimo’. Joseph, usted tenía 31 años cuando se elaboró la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Entonces no era una cuestión de ‘mínimos’. Lo que decían era: ‘suficiente para poder vivir dignamente’. ¿En qué medida ese ‘mínimo’ de amor, de dinero, de oportunidades, contribuyen a la dignidad humana?

Y nos gustaría añadir una tercera acción: conseguiremos que otras palabras reluzcan y que vuelvan a brillar. Tomemos una escoba y deshagámonos de todas esas connotaciones negativas.

  • Hagamos que la palabra ‘asistido’ reluzca hasta que vuelva a encontrar su sentido original.
    Hagamos que la palabra ‘caridad’ reluzca hasta que vuelva a encontrar su sentido original.
    Hagamos que reluzca la palabra ‘vulnerable’.
    Hagamos que reluzca la palabra ‘solidaridad’.
    Y la palabra ‘paz’, ‘esperanza’, ‘sueños’, ‘deseo’. ¡El deseo nos hace tanta falta!

Como usted ha dicho con tanta frecuencia: tenemos que aprender a expresarnos. Mire, Joseph, y vea como reluce nuestro vocabulario.

¿Conoce usted la palabra ‘Ubuntu’? La he encontrado hace poco en un artículo en Facebook. De hecho se trata de una palabra africana que no se puede traducir. Pero que significa algo así como: solidaridad que conduce a la unidad.
Somos quienes somos gracias a las demás personas y con ellas. Todas las personas dependemos unas de otras. Somos alguien para las demás personas. La humanidad, no se nos ha otorgado únicamente para la simples personas que somos. Eso es ‘Ubuntu’: esta fuerza que nos une y que nos atraviesa a todas las personas.

Joseph, usted dijo: tenemos miedo de las personas pobres porque no las conocemos. No queremos conocerlas, no queremos verlas. Aquellas personas que no son pobres no se dan cuenta, en ocasiones, de lo que siente una persona cuando se siente excluida.
Como usted ha dicho: «Los más pobres nos lo dicen muchas veces: la peor desgracia del ser humano no es tener hambre o no saber leer, no es siquiera no tener trabajo. La peor desgracia es saber que no cuentas para nada, hasta tal punto que tampoco se reconoce tu sufrimiento».

Sin duda por eso Djynamo es tan importante para nosotras y nosotros, si nos unimos no pueden ignorarnos. Juntas y juntos estamos muy presentes, somos demasiado ruidosos, demasiado fuertes.

¿Conoce usted Olodum? Es un grupo de acción de Brasil que lucha contra el racismo, la discriminación y la desigualdad socio-económica. Pero no mediante los puños o las armas, la fuerza o el dinero. Sino que luchan por medio de la música. Por medio del baile, del teatro., del ritmo, del movimiento. Por medio de la alegría, de la potencia sonora. Por medio de una percusión tan vibrante, tan potente, que ponen en evidencia el pulso de una sociedad.

Como usted dijo una vez: «Nunca seremos un pueblo olvidado».

  • Estimado Joseph, hace 60 años que se creó ATD Cuarto Mundo. Si usted todavía viviera, tendría hoy cien años. ¡Ya hace treinta años que continuamos la lucha sin usted!

Nos esforzamos para luchar día tras día contra la pobreza. La pobreza en todo el significado de la palabra: la exclusión, la falta de dinero, el mínimo vital, el hecho de no contar.
Sin embargo, las cosas no son mucho más fáciles. La separación entre personas ricas y pobres sigue ampliándose: estas son las previsiones. De hecho, todo lo que hace falta para perder el valor.

Pero no abandonamos.
Al contar nuestras vidas,
al escuchar lo que otras personas dicen,
al compartir las nuestras,
todo este intercambio de relatos nos fortalece.
Y el apoyo nos brinda consuelo.

Resistencia es una palabra bonita. No significa únicamente que nos «opongamos» a algo, implica también una transformación. Oponerse es cambiar las cosas, moverlas.

Pienso que no podemos cometer el mismo error que realizan quienes hacen que permanezcamos en la inexistencia:
si nos oponernos, no es ‘contra ellos’ lo que nos anima.

  • Luchamos en FAVOR de algo.
    PARA que cada persona tenga más posibilidades.
    POR una sonrisa.
    PARA que cada persona aprenda lo que en ella hay de excepcional.

Y como usted ha dicho siempre: pacíficamente. Sin violencia. Que no significa sin fuerza.
Debemos aprender a encontrar las palabras adecuadas, como usted afirmaba, para poder ejercer nuestros derechos sin tener que pelearnos, sin tener que destruir quemando o rompiendo.

Lo que lleva a cabo ATD Cuarto Mundo es una importante forma de lucha.

Además de la lucha, necesitamos otro gesto: el de abrir la mano y extenderla para que se sumen otras personas. La mano tendida, que ayuda. Sin que tengamos que pedir. Esto es ir lo más central del amor, es una presencia incondicional.

  • Estimado Joseph,
    no lo hemos olvidado.
    Las jóvenes generaciones continuarán sin descanso su lucha.

Ah, y una última cosa: ¡le deseamos un feliz día de cumpleaños!