¡La scuola! ¡La scuola!

Durante la Campaña Pobreza Nunca Más – Actuar Todos por la Dignidad, ATD Cuarto Mundo impulsó la escritura de historias de resistencia y cambio, de luchas colectivas que muestran que si las personas se unen pueden lograr que la miseria retroceda.
Historias de resistencia que ponen en evidencia que la miseria se puede evitar.
La siguiente historia está escrita por Janine Bechet (Francia).

Una familia rumana, residente en Francia, lucha para que su hija Salomé pueda ir a la escuela.

  • «¡La scuola! ¿Y la scuola, Gianina?».

Cada vez que nos vemos, Salomé me lo pregunta. Pide ir a la escuela que está situada a veinte metros de donde vive.

Salomé y toda su familia son de nacionalidad rumana. Ella ha nacido en Francia y desde siempre ha vivido en el mismo solar que ocupan en la Región de París. Tiene una hermana de cinco años y un hermano de dos. Ella es la mayor.

El padre y la madre de Salomé no tuvieron la posibilidad de ir a la escuela.
El padre explica: «No pude ir a la escuela, no tuve esa suerte. Entonces, no quiero que mi hija pase por lo que yo tuve que pasar, cada día tengo que pedir a otras personas que ayuden con los papeles… Me gustaría que mis hijas e hijos tuvieran otras oportunidades».

  • «Mi hija, tal vez pueda aprender. ¡La escuela es para todos los niños! ¿Por qué a los nuestros no los quieren? Además, tengo permiso de residencia…».

Entonces, la familia de Salomé solicita su escolarización.
La inscriben en el área de educación del Ayuntamiento y presentan el carné de vacunas actualizado. Se comunica al alcalde la solicitud que debe confirmarla: «Ya les llamaremos».

Durante varios meses esperan la respuesta del alcalde. En septiembre de 2015 le escriben directamente solicitando de nuevo la escolarización de su hija.

Gracias al apoyo de una persona que conocen desde hace años, se realizan contactos, se procede con los trámites, se consulta a una inspectora educativa, se establece una reunión con la Inspección Educativa: existe la posibilidad de imponer la escolarización de un niño o niña a la municipalidad, pero en este caso, no quiso hacerlo. Se dirigen al Defensor del Pueblo, se renuevan los trámites.

Por último, en el primer trimestre de 2016, por fin se abren las puertas de la escuela. Salomé tiene cerca de ocho años y comienza el primer curso de primaria; dos años perdidos. Está orgullosa de ir cada mañana con su mochila a la espalda y en poco tiempo se la ve cómoda cuando habla en francés. Ya sabe leer.

Pero se ha presentado una orden de expulsión contra la familia de Salomé. La mañana del 12 de junio de 2017 se ejecuta la orden…

Se han instalado en otro lugar, siempre en el mismo municipio, pero más lejos de la escuela. ¿Podrá Salomé seguir yendo a la escuela?

Para saber más, visite el blog 1001 Historias de Resistencia