Esperanza

Pintura:  La Esperanza, 2011 ©  Guillermo Diaz / ATD Cuarto Mundo / CJW AR0201602058


Articulo escrito por Guillermo Diaz, voluntario permanente ATD Cuarto Mundo en Guatemala y pintor. En el voluntariado, a lo largo de los años, es habitual asumir misiones y responsabilidades diversas, incluido en diferentes países. Guillermo estuvo así varios años en el equipo de voluntarios en Cusco, Perú. Allí conoció a personas que le inspiraron y enseñaron valores que le siguen nutriendo. Hoy, a través de uno de los cuadros que creó durante esa etapa, podemos descubrir algunas de estas personas y lo que han hecho brotar en Guillermo, una fuente de esperanza.

Los últimos dos años de mi presencia en ATD Cuarto Mundo, estuve en Cuyo Grande, comunidad rural a la que nos vincula una larga, profunda y fecunda historia.

Junto con Teodoro, aliado del movimiento en Cusco, hacíamos visitas a familias en situación de pobreza con las que estamos muy unidos en esta comunidad. Una de las familias que vivían más lejos de Cuyo era la de Don Julián Quispe.

Todas las semanas lo visitábamos. Don Julian era una persona muy acogedora, una referencia fundamental para nosotros en la comunidad. Siempre tenía muchas cosas que compartir. Su presencia movilizadora, su invitación permanente  a actuar con las manos, el corazón, el espíritu y la mente por una tierra fértil para todos ha sido desde siempre una fuente de inspiración para todos los miembros del Movimiento que hemos tenido la oportunidad de hacer camino con él y su familia.

Don Julián siempre hacia esfuerzos para hablar en español, ya que su lengua materna era el Quechua.

Durante estas visitas regulares, en las que compartía conversaciones con personas y familias de la comunidad, siempre estaba muy atento a captar palabras o frases que nos compartían, porque era de allí que yo comenzaba a escribir como podía ser una pintura.

Fue así que en una de nuestras visitas, Don Julián nos decía:

  • “Cuando uno no tiene nada para comer, cuando una se enferma, no hay amigos, no tenemos a nadie, lo que no se debe perder es la esperanza, a veces sentimos que todo se nos derrumba, todo se nos cae, no perdamos la esperanza, pareciera que a veces todo nos sale mal, aunque la tierra se hunda no hay que perder la esperanza”.

Es así que nace esta pintura que lleva como título ESPERANZA.

En esta pintura el árbol representa al ser humano que sufre, a pesar de la belleza que le rodea. Muchas veces nos sentimos solos, sin ánimos de vivir. La tierra que se hunde, es cuando ya no podemos más, sentimos que la vida perdió su sentido. El agua que es la vida pero también puede ser la muerte, en el árbol sin hojas hay algo que nace, da flores, eso es la vida, algo que a pesar de las circunstancias, quiere vivir. Las mariposas que vuelan, mariposas de diferentes colores, son la esperanza, esperanza que un día sea mejor, los colores en las mariposas son la variedad del ser humano en sus actuaciones de la vida. Cada ser humano somos diferentes, cada uno tiene su propia manera de actuar, pensar, de hacer y ver las cosas.

Hoy en este tiempo que toda la humanidad está perdiendo a sus seres queridos por la Coronavirus, como decía don Julián, no perdamos la esperanza, no perdamos la esperanza que juntos vamos a salir adelante, juntos vamos a salir de todo lo que estamos viviendo.

  • Hoy más que nunca no podemos dejar a nadie de lado, no podemos dejar a nadie atrás, es hoy cuando más nos necesitamos unos a otros, no importan las creencias, no importa el color de piel, no importa el extracto social, lo importante es que juntos vamos a salir adelante.

Tenemos que ser solidarios con todos, tenemos que tener la fe que todo saldrá bien.

Como decía don Julián aunque todo se derrumbe tenemos que estar unidos.

Hoy es cuando podemos decir al mundo que estamos unidos porque queremos que cada uno sobreviva a esta enfermedad.

Estoy seguro que si don Julián viviera nos diría que no dejemos hundirse a los demás, que los tomemos de las manos para unirnos y así poder salir adelante.

Llegó el momento donde cada uno de nosotros podemos hacer resonar nuestros corazones para decir que no estamos solos, hoy estamos juntos, juntos para ver la luz de la esperanza.