Cruzar el umbral del activismo

Revista trimestral [en francés]– n° 251 – 8 € – 10 FS – 11 $CAN

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Introducción

Por Martine Hosselet-Herbignat

¿Qué entendemos por activismo?…

Si pensamos en la voluntad para cambiar el mundo, podemos realmente sorprendernos al ver que las personas siguen comprometiéndose a pesar de la fatalidad de la realidad, y a pesar de que las políticas parecen siempre favorecer intereses privados y que cada vez son menos capaces de escuchar las reclamaciones populares de justicia social. Sin embargo, estas personas existen. Perrine Goulet, que siendo niña experimentó la separación de su familia, diputada de la Nièvre (Francia) en 2017, se inspira en su experiencia vital para mantener una obstinada determinación por transformar la sociedad en la que crecerán sus hijos.

  •  «Mientras se considere a hombres y mujeres como una molestia social, solamente se les podrá marginar, perseguir, y, por último, encerrar, en ocasiones incluso con pretextos humanitarios», afirma a su vez Georges de Kerchove, profesional belga defensor de los derechos humanos desde hace muchos años.

El activismo o militantismo no puede entenderse únicamente a partir de estos ejemplos legítimos en el espacio público; existe también un activismo «profundo», muchas veces invisible, cuyo tratamiento mediático y social parece más bien aleatorio.
Ya que su motivación no es siempre y en primer lugar política, y es más difícil de explicar y porque es más fácil de reducir a una cuestión de actitudes a individuales.

  •  «Comprometerse es un acto significativo pues la pobreza está tan enraizada en mí, en mi vida, que en cuanto las personas hablan de sus dificultades de vida, resuena en mí y viene a sumarse a lo que vivo y me hace montar en cólera contra todas las injusticias», analiza Priscillia Leprince de Caen (Francia).

Compromiso en algo colectivo, en una comunidad de significado, en una cierta lectura del mundo, el activismo fundamenta una comprensión de nuestra sociedad, nos inscribe en una historia, nos ofrece una identidad y nos permite sobrepasar las fronteras de nuestra vida personal.

  • «Todo esto estaba en mí y se cristalizó cuando conocí el Centro de Integración Social, donde conocí a otras mujeres […] Con este grupo podía hablar, podíamos contarnos nuestras vidas y luchar por nuestro barrio, y sobre todo por los niños y niñas del barrio…»,  dice Assunta Ielapi de Roma.

Por otra parte, en el militantismo del Movimiento ATD Cuarto Mundo todos tenemos algo nuevo que aprender:

  • «No hay que negar que es un proceso exigente y largo que requiere de acompañamiento, perseverancia y tiempo».

En la perspectiva de entender mejor cómo y por qué se da este paso hacia el activismo, este número hace hincapié en el proceso que recoge el(los) momento(s) importantes en los que se bascula hacia el compromiso, pero también el(los) momento(s) en los que este compromiso se confirma a través de diferentes fracasos y victorias.

Editorial de Isabelle Pypaert Perrin, delegada general del Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo: La aplicación efectiva de los derechos de la infancia.

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