Compromiso de Acción

Yo también me comprometo a actuar por un mundo liberado de la pobreza.
Mientras la humanidad debe afrontar desafíos sin precedentes que requieren de la inteligencia de todas las personas, la miseria representa un derroche que no debemos tolerar por más tiempo.
La miseria es violencia, genera prejuicios, provoca humillaciones, encierra en el silencio, destruye vidas y constituye un obstáculo principal para la paz y la vida en el planeta.
Sin embargo, la miseria no es inevitable. Así como rechazamos la esclavitud y el apartheid, rechazamos la extrema pobreza. Quienes la sufren nunca han dejado de resistir y el mundo necesita de su inteligencia y valentía para erradicarla.
Ha llegado el momento de construir un mundo en el que no se deje a nadie atrás. Podemos aprender mutuamente a liberarnos de las lógicas de exclusión y de dominación que desde hace demasiado tiempo gobiernan las relaciones humanas. Personas de toda procedencia social y numerosas organizaciones se reconocen en el llamado lanzado por Joseph Wresinski, fundador de ATD Cuarto Mundo, el 17 de octubre de 1987, primera conmemoración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
«Allí donde hay seres humanos condenados a vivir en la miseria, los derechos humanos son violados. Unirse para hacerlos respetar es un deber sagrado».
Este llamado constituye una respuesta no violenta a la violencia de la miseria que ha permitido a personas, familias y comunidades que viven la exclusión romper el silencio, actuar de forma asociada con otras y ser escuchadas.
Desde 1987, cada vez más personas e instituciones se atreven a expresar su rechazo y se movilizan. Sus acciones demuestran que si nos unimos podemos vencer la exclusión y la miseria y podemos construir una humanidad de paz, liberada de la miseria y del miedo, donde cada ser humano contribuya ofreciendo lo mejor de sí mismo.