Tanzania: el respeto, esencial para el éxito de la alfabetización

«Realmente me preguntaba si era posible que una persona mayor, como yo,  pudiera aprender… pero ahora, sé leer y escribir. ¡Estoy tan orgullosa de ello!».

Las destrezas básicas de lecto-escritura no son un privilegio, sino un derecho que cada persona debiera beneficiar. Sin embargo, actualmente en Tanzania, saber leer y escribir sigue siendo un gran reto para muchas personas. Muchas personas adultas son reacias a admitir que nunca han tenido la oportunidad de aprender. Como consecuencia de ello tienen que sufrir humillaciones en su vida diaria tanto en el vecindario como en todas partes. Por ello, el respeto de la dignidad de las personas adultas que quieren aprender es fundamental para el éxito de cualquier proyecto de alfabetización.

El respeto es un elemento fundamental en las clases de alfabetización en el barrio de Tandale, Dar es Salaam, donde ATD Cuarto Mundo trabaja desde hace muchos años. Desde septiembre a diciembre de 2017, un valiente grupo de personas adultas tuvo que esforzarse por sacar tiempo para asistir a las clases que impartían tres tardes por semana en los locales de una escuela, una vez que las clases de esta habían finalizado. De las diez personas que iniciaron las clases, ocho lograron terminar.

Muchas de estas personas, estudiantes adultos, tienen condiciones de vida extremadamente difíciles. Una de ellas trabaja en un molino limpiando maíz, otra es madre a cargo de una familia numerosa. Otro de los alumnos vende verduras en el mercado de Tandale. Otra mujer estaba embarazada y al cuidado de otros dos niños; se levantaba cada mañana a las 4 de la madrugada, organizaba su pequeño negocio de venta de mandioca y caminaba una larga distancia para vender su producto. Por la tarde, regresaba a casa para dar de comer a sus hijos y después poder estar lista para asistir a clase a las cuatro de la tarde. A pesar de sus dificultades diarias, la mayoría de estas personas lograron asistir a todas las clases y mejorar significativamente su capacidad de lectura y escritura.

Pese a sus dificultades económicas, tenían una gran motivación. En diciembre, después de la última clase , insistieron en que no querían dejar de estudiar. «Necesitamos seguir progresando», afirmaron. Desarrollaron una sólida relación de solidaridad entre ellas, procurándose apoyo activo y ayuda mutua.

Aunque los responsables de organizar las clases eran los miembros del voluntariado permanente, nada de esto hubiera sido posible sin el compromiso de las personas de Tandale. Por ejemplo, dos miembros de la comunidad, Bibi Teddy y Ashruna, se implicaron y se reunieron previamente con las familias para informarles sobre las clases y animarlas a participar. Ambos sienten que han aprendido mucho de esta experiencia.

«Estoy orgulloso», afirmó Bibi Teddy, «porque [entre los estudiantes] tenemos una verdadera relación de amistad y [ahora] compartimos cosas de nuestras vidas. En ocasiones vienen a visitarme».

Hablando de una de las estudiantes, Ashruna dijo: «La conozco desde hace mucho tiempo. Normalmente la ayudaba firmando documentos en su lugar. Pero una vez me sorprendió observar que no pedía ayuda. Al final se sentía lo suficientemente segura como para firmar los documentos ella misma. Estoy tan contento de observar todos estos cambios en ella, gracias a su participación en las clases».

El equipo de ATD Cuarto Mundo en Tanzania se ha dado cuenta que casi todo es posible, sobre todo cuando la comunidad une su compromiso para apoyar proyectos donde participan personas en situación de vida muy difícil.

El éxito de las clases de alfabetización también depende del firme compromiso del equipo del Ministerio de Educación. La Sra. Mtsingwa, responsable del Programa de Educación de Adultos en el distrito de Kinondoni, se esforzó en buscar enseñantes así como escuelas dispuestas a albergar la clase de alfabetización. Afortunadamente la Escuela Primaria de Tandale abrió sus puertas y realizó un gran esfuerzo para crear un buen ambiente de bienvenida para los estudiantes de alfabetización. Las autoridades locales de Tandale también colaboraron decisivamente a la hora de ayudar a organizar las clases.

Después de esta exitosa primera experiencia, la Escuela de Tandale quiere ahora organizar una nueva clase de alfabetización. Puede ser una oportunidad, no solo para recibir nuevas personas que quieran aprender, sino también puede servir de espacio de implicación para los primeros estudiantes, en tareas de organización y apoyo a estos nuevos estudiantes que también se preguntan si realmente serán capaces de leer y escribir.

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