La sociedad no se organiza para luchar contra la pobreza

Puerto Príncipe: Encuentro con motivo del centenario del nacimiento de Joseph Wresinski

Miembros del Comité Cuarto Mundo, del grupo de lectura, del consejo de amigos, animadores, madres y padres de la escuelita y del proyecto «Bebé Bienvenidos», voluntarios permanentes de ATD Cuarto Mundo; han dejado atrás una realidad cotidiana difícil para vivir esta reunión con motivo del centenario del padre Joseph. De las 49 personas invitadas, 45 participaron para juntas y juntos ver cómo hacer para dar a conocer el mensaje del padre Joseph y transmitir coraje en su entorno y en la sociedad. Tras un momento de bienvenida, de recogimiento, de presentación de cada persona asistente, se dio a conocer el Compromiso de Acción, POBREZA NUNCA MÁS y se proyectó el documental Encuentro con el Padre Joseph.

Cada persona pudo expresar sus comentarios a partir del vídeo y sobre lo que le gustaría que su entorno y la sociedad pudieran descubrir a partir del mismo. Algunas expresiones de este tiempo de diálogo en pequeño grupo:

La miseria provoca que las personas acepten cosas que no les gustan.

Cada persona es una persona, sea usted pobre, o no lo sea, yo estoy aquí como podría estar cualquier otra persona. Si en una sociedad hay personas que viven en la miseria, es porque la sociedad así lo quiere, porque no se organiza para luchar contra ella.

Para luchar contra la miseria se requieren dos cosas: esfuerzo y unidad, es necesario unirse.

Es necesario poner fin a la violencia, porque si hay violencia, la miseria no podrá parar.

Tomar conciencia, es lo más importante. La sociedad debe cambiar su mirada sobre las personas que padecen las situaciones más graves de pobreza. Las personas más pobres son capaces de pensar como cualquier otro miembro de la sociedad.

Diferentes personas siguieron al padre Joseph porque querían una vida mejor, tienen esperanza que un día una gran puerta se abrirá para ellos.

Hoy en día, si estoy aquí, si me atrevo a hablar, es gracias al padre Joseph.

Gracia a él sé quién soy, aun cuando sea pobre.

Gracias al movimiento del padre Joseph, aun cuando no sepa leer, puedo sentarme con todo el mundo. Ha mostrado cómo debemos convivir unos con otros, y aunque seamos pobres, tenemos un papel que desempeñar en la sociedad.

En el documental vemos que camina por el barro; como sacerdote, en esa época, podía haber suscitado una serie de prejuicios. Se observa la relación que tiene con las niñas, niños; caminan tras él y cuando llueve, forman con sus manos un paraguas para cubrirlo. Rechazó todos los privilegios que podía haber disfrutado, se rebajó por completo para sumarse a las personas más pobres, para pensar con ellas, para que pudieran saber que existen, para poner en valor su existencia.

  • Proviene del mundo de la miseria, pudo sentir que podía luchar por quiénes se ven excluidos, pudo ver la lucha de su madre, quería ayudar a su pueblo viviendo con ellos.

El padre Joseph habla, cuando se refiere a la lucha contra la miseria, de la importancia de la educación. Debemos exigir que el Gobierno asuma sus responsabilidades. El Estado debe crear las condiciones necesarias para que las niñas y los niños puedan asistir a la escuela. Sin educación, no seremos capaces de poner fin a la miseria. Cuando las niñas y los niños se reúnen para escuchar cuentos, historias, están felices. Las niñas y los niños disfrutan aprendiendo.

  • El padre Joseph vivió la solidaridad con las personas, no les dijo lo que debían hacer, sino que se sumó a ellos para actuar conjuntamente. El padre Joseph pensaba mucho, pensaba con las personas adultas y con las niñas y niños, con todas las personas muy pobres. No dejó a nadie atrás.
  • El amor que tiene por los pobres no lo pone en segundo plano, lucha con las personas para que se respeten sus derechos y que sean reconocidos en la sociedad, que se reconozca el valor que merecen.
  • Nos dejó este método para que sepamos como convivir unos con otros, codo con codo. Es como si hubiera plantado un árbol y lo hubiera regado.

La miseria no es inevitable, tenemos que unirnos sin hipocresía para lograr poner fin a la miseria.

Ustedes tienen que evaluar si lo que piensan, lo que dicen y lo que hacen sirve realmente a las personas que viven las situaciones más graves de pobreza. El padre Joseph nos plantea a cada uno de nosotros estas preguntas para que las cosas cambien.

Pensar con los más pobres, si ustedes piensan conjuntamente, va a transformar las cosas.

Debemos sumarnos a los demás, sobre todo a quiénes son muy pobres, sumarnos a ellos de tal manera que se sientan en igualdad con las demás personas.

Comprometerse con las personas más pobres es construir la paz.

Tras este debate común tomamos conciencia de que tenemos muchas cosas que compartir durante todo el año. También nos preguntamos cómo proseguir: después nos comprometimos para permitir a quienes quisieran poder firmar el Compromiso de Acción y también poner en valor historias que demuestran que las cosas pueden cambiar.  Después cantaron Milyonven (Estrofas a la gloria del Cuarto Mundo) con Jean-François Gay.