«Con mis dos manos, puedo cambiar el mundo»

  • «Ya sea a través del canto de su amor, de su dolor, de sus sueños o de su memoria, la voz del ser humano, tras sus palabras, canta en primer lugar su sed de dignidad. En todas partes he escuchado a las familias en las situaciones más intolerables de pobreza cantar su dignidad…».

Con estas palabras, en 1987, Joseph Wresinski, fundador de ATD Cuarto Mundo, invitaba a los cantantes a inaugurar junto a él, en París, el primer Día Mundial para la Erradicación de le Extrema Pobreza, el 17 de octubre, que desde entonces se celebra cada año.

VIDEO WITH MY OWN TWO HANDS

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Este año, miles de cantantes de todo el mundo se han implicado activamente en la campaña POBREZA NUNCA MÁS. Los cantos que interpretan expresan la profunda aspiración de las personas en situación de miseria, no tanto a maldecir, sino a encontrar, por fin, la belleza, la armonía y la paz: una aspiración que desarma a quienes tienen miedo de las personas pobres. Cantos de resistencia, de coraje, cantos suaves, tantas y tantas maravillas que forman parte del patrimonio de la humanidad y que han sido creadas por las personas más pobres, esclavos, prisioneros, trabajadores forzados.

 

«Nos gusta su idea de transmitir nuestro mensaje mediante el canto», nos señaló nuestro equipo de Tailandia. «Es una idea muy acertada, pero ustedes se deben asociar con el proyecto Playing For Change. Tienen una escuela de música en el barrio donde ATD inició su acción en el país. Además, realizan vídeos de ‘Canciones Alrededor del Mundo’ en Internet que muestran la existencia de una sola humanidad». Después, nuestros equipos en Burkina Faso, España y Estados Unidos confirmaron que para ellos poder grabar conjuntamente un vídeo sería algo extraordinario.

Logramos reunirnos con Mark Johnson, fundador de Playing For Change, y con todo su equipo. Todos ellos son excelentes músicos pero también son portadores de una larga experiencia de trabajo en favor de la justicia social, uno de ellos nos decía que hasta que no se logre cambiar el modo en el que nos miramos unas personas a otras, el trabajo que realizamos codo con codo junto a las personas más desfavorecidas, no servirá de nada. «Ustedes, ATD Cuarto Mundo, intentan llevar a cabo ambas luchas. Y nos gustaría trabajar con ustedes». Sabían que en los barrios pobres hay músicos extraordinarios que no piden nada más que poder contribuir con sus canciones. Se conmovieron al saber que les propondríamos ir a lugares muy desfavorecidos donde ellos, por sí solos, no podrían haber ido.

 

Estamos muy orgullosos de haber podido realizar este sueño y presentarles este vídeo realizado conjuntamente, Playing For Change y ATD Cuarto Mundo. Una vez que pudimos contar con el apoyo de amigos extraordinarios que contribuyeron a financiar tanto los desplazamientos como el montaje, el equipo de Playing For Change se puso manos a la obra. Fueron a la Cour aux Cent Métiers [Patio de los Cien Oficios] en Uagadugú; al proyecto Bébé Bienvenu [Bebés Bienvenidos] en Puerto Príncipe; al Festival del Saber en Madrid y a Montreal. Se reunieron también con Ministrels of Hope [Juglares de esperanza] en Manila junto con su extraordinaria acción cultural. En todos los lugares encontraron jóvenes apasionados de la música a los que realmente entusiasmó esta canción, «Con mis dos manos, puedo cambiar el mundo» (de Ben Harper) y se dieron a fondo en el proyecto de grabación.

Algunos de estos jóvenes han tenido que afrontar la prueba de vivir las situaciones más graves de miseria. A través de la música, dicen que pueden transformar el mundo. Entonces, si ellos afirman que pueden cambiar el mundo, no podemos hacer otra cosa que creer en ellos y seguir sus pasos. Con todas nuestras manos, podemos cambiar el mundo.

Por parte del equipo de la campaña de movilización Pobreza Nunca Más,
Bruno Tardieu y Philippe Huet

De Burkina a Haití: la historia de algunos de los músicos

Ahmed, Alassane, Ousseini y Roger, cuatro jóvenes de Burkina Faso, se conocieron en la Cour aux Cent Métiers [Patio de los Cien Oficios], sede de ATD Cuarto Mundo en el país. En este lugar niñas y niños que habían abandonado sus pueblos buscando fortuna en la ciudad, y que finalmente se encontraban viviendo en situación de calle, podían encontrar al fin un sitio donde descansar. Podían crecer juntos, reiniciar el camino del aprendizaje, y también buscar vías para retomar el camino de su pueblo, de su familia. Aquí es donde empezaron juntos a tocar y se convirtieron en músicos, «para hacer canciones que puedan conmover a las personas y transmitir un mensaje de paz». Enseguida mostraron su acuerdo para participar en la creación de este vídeo que pretende dar a conocer ATD Cuarto Mundo e influir en miles de personas que no conocen la ambición de paz de la que son portadores quienes viven en situación de miseria.

MAKING OF EN BURKINA FASO

https://www.facebook.com/PlayingForChange/videos/10155454858891620/

Para Roger:

  • «Es la realidad la que nos inspira, puesto que no se puede dar testimonio de lo que no has vivido. No puedes decir que en el desierto hay un oasis si no has atravesado ese desierto. Y todos nosotros hemos atravesado el desierto de la miseria. Gracias a la Cour aux Cent Métiers [Patio de los Cien Oficios], al aliento recibido, a la educación de ese lugar y también gracias a haber empezado a conocer el pensamiento del padre Joseph, he podido tener buenas ideas y crear un camino. ¿Entonces, por qué no iba a cantar? »

Ya siendo niño, Roger había enviado una piedra para participar en una campaña Tapori «envío mi piedra por los derechos de las niñas y niños». La piedra iba acompañada del siguiente mensaje: «No duermo en una habitación sino sobre piedras. He recogido esta piedra cerca de la Mezquita, donde con frecuencia nos juntamos. En esa piedra está mi corazón…».

 

Había abandonado su pueblo, a 250 kilómetros de la capital, lleno de esperanza, seguro de encontrar un trabajo y poder llevar dinero a su pueblo para ayudar a sus padres tan necesitados. En la capital, conoció a muchos otros niños, que también buscaban empleo, y que con frecuencia no encontraban. Trabajo como porteadores, limpiabotas, vigilando la seguridad de algunas motocicletas… todo ello les proporcionaban algunas monedas insuficientes para alimentarse. Al caer la noche, se juntaban con sus compañeros cerca de la mezquita, en un solar vacío, como las piedras.

La vida era muy dura, en ocasiones eran las peleas, otras, las personas que no quieren a estos niños. «Nos llaman niños de la calle, ¡pero la calle no tiene niños!»… Echaba de menos a su familia. Pero no podía volver, no podía, era necesario volver con algo en las manos.

Un día un compañero le presentó a unos adultos y un Patio donde los profesionales, escultores, alfareros, venían para compartir sus conocimientos profesionales con los niños. Roger fabricó juguetes para contribuir a una donación para las guarderías que el país intentaba poner en pie. Podía, por fin, dar de sí mismo y aprender. Allí es donde descubrió esta campaña en la que niñas y niños de todo el mundo enviaban su piedra en favor de los derechos de los niños, tanto de países enriquecidos como de países donde las niñas y niños carecen de todo. Descubrió la figura de Joseph Wresinski, niño nacido en situación de miseria que, una vez adulto, creó el Movimiento ATD Cuarto Mundo y que inspira las canciones de su grupo de música. La vida dura no ha cesado. Pero pese a todo ha crecido en él este deseo de no maldecir, sino de ofrecer paz.

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https://www.facebook.com/PlayingForChange/videos/10155460324881620/

Del otro lado del Atlántico, en Puerto Príncipe, en Haití, Jean-François Gay también se unió con mucho entusiasmo al proyecto. Nació en Puerto Príncipe, donde vive hasta ahora, en el asentamiento desfavorecido de Martissant, donde el Movimiento ATD Cuarto Mundo está presente desde hace treinta años. Este barrio formaba parte de la zona roja tras el terremoto de 2010 y, para su seguridad, las ONG internacionales tenían la consigna de no ir.

La madre de Jean-François Gay ha sido una de las primeras militantes Cuarto Mundo de la asociación en el país; dando apoyo a familias que se encontraban en las situaciones más grave de miseria y que creó un «Comité de Unión» que ha permitido la expresión y el trabajo conjunto [«Tet ansam»] del vecindario para lograr crear acciones comunes, especialmente en favor de la infancia. Este Comité organiza cada año la celebración del 17 de octubre, Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Jean-François también participó con el equipo de ATD Cuarto Mundo Haití en las acciones de emergencia durante las crisis sucesivas por las que ha atravesado el país.

Actualmente Jean François es miembro del «Comité de Unión» y tras la petición de personas de su barrio compuso Las Estrofas a la Gloria del Cuarto Mundo de todos los Tiempos basándose en el texto que el 17 de octubre de 1987, el padre Joseph Wresinski proclamó, durante el primer Día Mundial para la Erradicación de la Extrema Pobreza.

Desde que era niño Jean-François vive con pasión poder cantar. Esta pasión, heredada de su padre, músico, muerto en la flor de la vida. Es autodidacta, escribe sus textos y compone sus melodías inspirándose en la vida que fluye a su alrededor, sobre todo la de los jóvenes. También se inspira en Joseph Wresinski, particularmente en un texto por el que siente un aprecio especial: «El pequeño en el círculo infernal de la violencia [en francés)».

 

 

  • «La miseria es violencia en todas direcciones. Lo más importante es que somos seres humanos y debemos vivir como seres humanos. Cada ser humano es una oportunidad para la humanidad, quiere decir que debemos vivir como todo el mundo. Necesitamos unirnos para que se respeten los derechos de cada persona. No tengo dinero, pero por lo menos con la música puedo transmitir una cierta cantidad de mensajes, puedo decir que todo el mundo tiene derecho a vivir, que nos podemos unir, que podemos construir comunidad, y esto es lo que hago». Prefiero cantar a hablar: todas las frustraciones, todas las dificultades, cuando las canto, pueden ayudar a todo el mundo a sentirse mejor. La mayor parte de mi música habla de unión: en la sociedad, debe haber lugar para todo el mundo». – Jean-François Gay

Entonces, nosotros también, todos nosotros, donde quiera que nos encontremos, de donde vengamos, por encima de las barreras que nos separan y que nos quieren hacer creer que son infranqueables, dejémonos llevar por la voz y las canciones de estos jóvenes. Dejémonos llevar por esta canción de Ben Harper, que retomamos en los cuatro puntos cardinales del planeta: «Con mis dos manos, puedo cambiar el mundo». Con nuestras manos, todas las personas unidas, podemos poner fin a la miseria, y construir un mundo más justo, un mundo de paz, donde no se deje a nadie atrás.

¡POBREZA NUNCA MÁS!