Los Principios Rectores Extrema Pobreza y Derechos Humanos adoptados por unanimidad

El 27 de septiembre de 2012, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó por consenso los Principios Rectores Extrema Pobreza y Derechos Humanos. Mediante esta adopción, los Estados miembros del Consejo de Derechos Humanos han afirmado que la erradicación de la miseria no es solo un deber moral, sino también una obligación legal que corresponde a la legislación internacional de los Derechos Humanos.

Más de 60 Estados miembros han mantenido activamente esta postura como co-iniciadores, liderados por Francia. Su embajador ha recordado al Consejo que: “La extrema pobreza, hay que recordarlo, es un fenómeno universal. En ese contexto, la adopción por consenso de esta resolución constituye un paso adelante significativo en la lucha contra este flagelo que nos concierne a todos».

En su exposición al Consejo sobre los Principios directores, el representante de Perú expresó el agradecimiento de su país a los Estados que han apoyado el proceso al mismo tiempo que a las “organizaciones de la sociedad civil y a las personas en la extrema pobreza por sus propuestas y su contribución de calidad a lo largo de todo el proceso».

El objetivo de los Principios Rectores es proponer una manera de hacer efectiva la aplicación de los Derechos Humanos en los esfuerzos por luchar contra la pobreza. Son concebidos como una herramienta destinada a la concepción y aplicación de políticas de reducción y de erradicación de la pobreza, y como una guía respecto a la forma de respetar, proteger y aplicar los Derechos Humanos de las personas que viven en la extrema pobreza en todas las áreas de las políticas públicas. Su enfoque es global, reconociendo que la extrema pobreza es un fenómeno que concierne a todos los países.

En 1982, ATD Cuarto Mundo, que había reunido 300.000 firmas enviadas al Secretario General de la ONU de la época, fue el origen de la interpelación de las Naciones Unidas para que ellas consideren la extrema pobreza en sí misma como una violación de los derechos humanos. El apoyo de expertos en derechos humanos de primer plano, de gobiernos comprometidos y de otras ONG de derechos humanos, condujo al organismo que precedió al Consejo de Derechos Humanos a decidir que un proceso de lucha contra la pobreza basado en los derechos humanos sería una potente herramienta para erradicar la miseria. Luego, el Consejo designó una Relatora especial “Extrema Pobreza y Derechos del Hombre”, Magdalena Sepúlveda, para finalizar los Principios Rectores con miras a su adopción.

Gracias a su presencia y su acción en la duración al lado de las poblaciones más rechazadas, ATD Cuarto Mundo comprendió que la primera etapa para salir de la pobreza y de la exclusión pasaba por el hecho que las personas pudieran efectivamente hacer valer sus derechos. Los Principios Rectores son diseñados a partir de normas y de principios reconocidos en materia de derechos humanos, que los Estados ya han ratificado, tales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos o la Convención Internacional de los Derechos del Niño. Sin embargo, muy a menudo, existe un abismo en la aplicación entre el hecho que los países aprueben la garantía de un derecho – a la educación, la salud o la participación en la toma de decisiones –, y su realización efectiva para los ciudadanos más marginalizados.

Esta adopción es oportuna por varias razones. En el plano internacional, los Principios Rectores deben servir de herramienta a fin de garantizar que las discusiones ya en curso, sobre un marco de trabajo consecutivo para los objetivos del Milenio para el desarrollo (OMD) desemboquen en un marco de trabajo posterior a 2015 para el desarrollo que vislumbre la plena realización de los Derechos Humanos para todos. En el plano nacional, cuando muchos países, en particular en Europa, se ven obligados a poner en marcha medidas de austeridad, los Principios Rectores actúan como una referencia para garantizar que las medidas adoptadas no afecten de manera desproporcionada a las personas afectadas por la pobreza y no comprometan su capacidad de acceder a sus derechos.

La etapa siguiente es comenzar a dar a conocer los Principios Rectores de manera que sean aplicados en el plan nacional e internacional después de su adopción, Isabel Perrin, Delegada General de ATD Cuarto Mundo afirmó: “Estos Principios Rectores no pueden quedarse en un armario. Debemos velar por difundir la noticia de su adopción, en particular cerca de aquellos que están sumidos en la miseria. Estos Principios Rectores son una motivación y deben convertirse en una referencia para lo que deberá ponerse en marcha para poner fin a la violencia de la extrema pobreza”.

Para mayor información sobre los Principios Rectores Extrema Pobreza y Derechos Humanos, ver : Principios directivos sobre la extrema pobreza y los derechos humanos

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PrincDir Magdalena Sepulveda – Chili from ATDESP on Vimeo.

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PrincDir Carlos Sibille – Pérou from ATDESP on Vimeo.