Hacia una cobertura sanitaria universal

Publicamos esta presentación de Regis de Muylder, miembro del equipo de ATD Cuarto Mundo Haití, y del D. Henry, del Service Oecuménique d’Entraide (SOE), en la 56ª sesión de la Comisión de Desarrollo Social de las Naciones Unidas, el 2 de febrero de 2018, sobre la aplicación de la cobertura sanitaria universal.

Antecedentes y descripción del proyecto

El proyecto que presentamos a continuación se inició a mediados de la década de los 90 en Puerto Príncipe, Haití. Confrontados a una situación de pobreza extrema generalizada y a una falta de acceso a la atención sanitaria para personas que viven en un asentamiento informal, dos ONG (SOE -Service œcuménique d’entraide [Servicio Ecuménico de Ayuda Mutua]- y ATD Cuarto Mundo) decidieron establecer una colaboración para hacer frente a esta situación. Así, comenzó un proyecto destinado a garantizar el acceso a la atención sanitaria esencial. En 2016, 918 familias se beneficiaron de este proyecto, al menos cuatro mil personas, de las que cerca de 700 (18%) eran menores de cinco años.

El proyecto se dirige específicamente a familias en grave situación de pobreza mediante la creación de un carnet de salud a su disposición. El carnet de salud permite el acceso al Centro de Salud Saint-Michel (CSSM) que proporciona atención sanitaria primaria, PAI Programa Ampliado de Inmunización, planificación familiar y tratamiento de la tuberculosis y el VIH / SIDA.

Además, las personas usuarias del carnet pueden acceder a una atención sanitaria especializada (atención secundaria) gracias a una red de instituciones: estructuras públicas —donde se exige un aporte económico potencialmente importante—, algunas estructuras comunitarias o humanitarias y algunas instituciones privadas con las que existe un protocolo de colaboración.

El seguro sanitario se financia a través de un fondo de solidaridad al que las familias contribuyen con una aportación equivalente a un dólar y medio al año, lo que les permite asumir la responsabilidad de su propia atención sanitaria. Asimismo, pueden participar en el proyecto como parte interesada, es decir, tienen la oportunidad de compartir su opinión sobre el funcionamiento del mismo. Además de la contribución económica anual, las personas beneficiarias pagan una cantidad mínima por cada episodio de enfermedad, excepto los menores de cinco años, cuyo seguro cubre todos los gastos. Gracias a este sistema, las familias beneficiarias de este seguro médico tienen garantizada la atención sanitaria esencial con un coste mínimo para ellas.

¿Cómo garantizar la participación de las familias en situación más grave de pobreza?

El proyecto se dirige a la población de un área urbana extremadamente pobre que acumula una serie de criterios de vulnerabilidad (falta de empleo, pobreza, analfabetismo, problemas de saneamiento, violencia, etc.). Para alcanzar a las personas en situación más grave de pobreza, han sido determinantes los siguientes elementos:

  • Un compromiso a largo plazo por parte del equipo de ATD Cuarto Mundo en el asentamiento informal, con anterioridad y durante la puesta en marcha del proyecto —que permite un buen conocimiento de la población.
  • La realización de proyectos, por parte del equipo, que incluyen cuestiones relacionadas con la promoción de la salud, la educación y estimulación precoz, en el marco de un enfoque integral que contribuye al fortalecimiento de las capacidades de la comunidad.
  • Otro elemento significativo es el compromiso del personal sanitario, que también provienen del asentamiento informal, y que desempeñan un papel tanto en el centro de salud (CSSM) como en la comunidad.

Lecciones aprendidas de una evaluación realizada en 2014

Se realizó una evaluación del proyecto en 2014. Una de las conclusiones más importantes muestra que el proyecto elimina, casi por completo, los gastos desmesurados de salud y la tasa de empobrecimiento por gastos médicos y hace posible que las personas usuarias del carnet de salud no tengan que abandonar la atención sanitaria esencial por motivos económicos.

Este sistema integrado de atención sanitaria ha reducido de manera significativa la mortalidad infantil. Si examinamos indicadores como el índice de anemia, el uso de la planificación familiar o la cobertura de vacunación, observamos que las personas beneficiarias de un carnet de salud obtienen mejores resultados que la población general del área metropolitana. Estas conclusiones se basan en los resultados de la evaluación de 2014 comparados con una encuesta nacional realizada en 2012.

El coste de este programa es aproximadamente de 11,5 dólares estadounidenses por la cobertura de una persona al año. Gracias a la eficiencia del proyecto (relación coste-efectividad), la continuidad de la atención sanitaria se ha mejorado considerablemente.

Desafíos

Aumentar este sistema a mayor escala puede implicar múltiples desafíos.
En Haití, se destina menos del 5% del presupuesto nacional a la atención sanitaria.
Esta situación se ve agravada por perturbaciones en el sistema público de salud (cierre de algunos programas, reducción de personal, huelgas, etc.).
Es más probable que los donantes financien programas dirigidos a condiciones específicas de salud, como la tuberculosis o el VIH, que a la atención sanitaria primaria.
El último informe sobre las Cuentas Nacionales de Salud en Haití muestra la desproporción de los pagos directos: actualmente en Haití los hogares pagan más del 30% del gasto sanitario total, mientras que el Estado paga únicamente el 9,7%.

Conclusiones

Este proyecto de seguro sanitario es en gran medida eficiente porque forma parte de un programa integral. Además, toma en consideración a la comunidad en su conjunto y alcanza a sus miembros en situación de mayor vulnerabilidad.

Recomendamos que la atención sanitaria primaria pase ser considerada una prioridad en la política sanitaria. Un reciente estudio del Banco Mundial sobre financiación de la atención sanitaria en Haití llega a las mismas conclusiones.

Para que un programa similar alcance a un número mayor de personas, el Estado debe aumentar la proporción de su gasto sanitario total.