Mensaje de Año Nuevo del Señor Cassam Uteem, Presidente del Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo

Mensaje de Año Nuevo del Señor Cassam Uteem, Presidente del Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo.

El año 2015 ha sido muy duro, brutal, para muchas personas en todo el mundo. Sin embargo, nos gustaría entrar en este nuevo año fortalecidos también por tantos momentos excepcionales que vivimos el año pasado, momentos de felicidad y de éxito, independientemente de que hayan sido modestos o grandiosos.

Al entrar en este nuevo año,  miramos lo que ha sido el 2015, un año marcado por la violencia y los dramas, pero también por hechos excepcionales como la adopción por parte de la Comunidad Internacional de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Convención Marco sobre el Cambio Climático de París.

En 2015, diversos países, especialmente de África y de Medio Oriente han sufrido la violencia a diario. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, 2015 podría ser el año en el que el número de desplazamientos forzados en el mundo, por primera vez, sobrepase los 60 millones de personas, siendo más de un millón los que  han cruzado el Mediterráneo este año para buscar refugio en países de Europa. Sin ser el único factor, la pobreza y las desigualdades en el seno de los países y entre los países sustentan este sufrimiento.

Muchos países se esfuerzan para ofrecer condiciones de acogida y seguridad a las personas y familias desplazadas. Pero, en ocasiones, se arriesgan a generar divisiones al separar a aquellas personas que huyen de la muerte a causa de la guerra de las que huyen de la muerte a causa de la miseria o de las consecuencias provocadas por el cambio climático.

En 2015, al adoptar los ODS y la Convención Marco sobre el Cambio Climático, la Comunidad Internacional busca cómo asumir sus responsabilidades en el futuro. Estos acuerdos, incluso si podrían haber sido más ambiciosos y precisos respecto a su financiación, constituyen direcciones y puntos de apoyo significativos para la promoción de la justicia y la paz.

En el marco de las discusiones internacionales, ATD Cuarto Mundo no ha escatimado ningún esfuerzo para que se escuche la voz de las poblaciones más excluidas con el fin de evitar una doble violencia: la de la miseria y la exclusión y la provocada por los cambios climáticos que ellos padecen en primer lugar, y la ocasionada por las políticas que se desarrollan para afrontar estos cambios sin que se les asocie y que, por ello, se vuelven contra ellas.

ATD Cuarto Mundo insistió, en particular, en que la referencia a los Derechos Humanos debe estar más presente, tanto en la Convención Marco sobre el Cambio Climático como en los ODS. Un planteamiento fundamentado en los Derechos Humanos, tal como se explicita en los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, en su resolución 21/11 de septiembre 2012, es esencial para no dejar a nadie atrás.

Del mismo modo, estamos muy pendientes de la definición de extrema pobreza que se hace en los ODS. En efecto, la extrema pobreza está definida actualmente como el hecho de vivir con menos de 1,25 Dolar Americano por día. Esta visión, excesivamente reductora de la extrema pobreza, no tiene en cuenta el aspecto multidimensional de la pobreza, ni la exclusión social y las discriminaciones que padecen las personas más pobres. En los próximos años y a partir del 2016, haremos un esfuerzo particular para abordar la forma de medir la pobreza y para hacerlo implicando a personas que la viven, investigadores y organizaciones internacionales con la finalidad de encontrar mejores herramientas de medida.

El desafío actual es que los Estados, el sector privado y el conjunto de actores y ciudadanos apliquen los acuerdos y ejecuten de forma coherente políticas de desarrollo económico y social adaptándose a los cambios climáticos y con el objetivo de “eliminar la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo” como prevé el Programa de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 25 de septiembre 2015.

En 2016, ATD Cuarto Mundo mantendrá activo su compromiso con las poblaciones más vulnerables con el fin de que estas puedan aportar su contribución, indispensable para conseguir superar, todas las personas unidas, los desafíos que padece nuestro mundo: el derecho a vivir sobre la tierra para las miles de familias desplazadas como consecuencia de la miseria, por la guerra o como resultado del cambio climático, la búsqueda de la paz en todos los países, la lucha contra el desempleo en nuestras sociedades en las que demasiadas personas se ven condenadas a la inutilidad, la instauración  de servicios mínimos de protección social en los países en los que la economía informal condena a las poblaciones a la inseguridad, y, en todo lugar, la progresión de una educación de calidad para todos y todas.

Unirse activamente con las poblaciones que viven en condiciones de extrema pobreza, crear espacios de diálogo entre esta población, las autoridades y los interlocutores sociales, apoyar los esfuerzos de las personas que viven en situación de extrema pobreza para que las familias y las comunidades se mantengan unidas y logren no dejar a nadie atrás. He aquí la clave para que se respeten las promesas y para que las sociedades progresen hacia una mayor justicia, dignidad y paz.

A todas y todos, mis mejores deseos para que este año esté lleno de felicidad y de paz.