Escandinavia | Presentaciones y debates: Artesanos de Paz para la Erradicación de la Extrema Pobreza

Cada día, en todo el mundo, personas que viven en situación de pobreza trabajan en favor de la paz de múltiples formas que muchas veces pasan desapercibidas. El libro Artesanos de Paz para la Erradicación de la Extrema Pobreza pone en evidencia la violencia de la extrema pobreza y las múltiples acciones que las personas en situación de pobreza realizan para lograr la paz, para superar la pobreza y construir un sentido de comunidad. Se llevaron a cabo tres eventos en Escandinavia que constituyeron una oportunidad para debatir acerca de esta publicación con profesionales de la investigación, estudiantes y responsables políticos.

En la Universidad de Bergen, Noruega

La primera presentación se celebró el 26 de septiembre por invitación del Programa de Investigación Comparada sobre la Pobreza (CROP). El director del Programa, el Dr. Alberto D. Cimadamore, de la Universidad de Bergen, animó el debate que se centró en el objetivo común de la ayuda humanitaria y de los programas de desarrollo que es salvar vidas y reducir el sufrimiento provocado por la pobreza y por las catástrofes naturales y humanas. Diana Skelton, de ATD Cuarto Mundo presentó algunos aspectos de la frustración de la asociación con la ayuda de emergencia en Haití tras el terremoto de 2010, cuando las políticas se dirigían únicamente a las áreas más fácilmente accesibles según un enfoque cortoplacista que ponía en peligro las iniciativas de atención sanitaria a más largo plazo (Véase el Volumen I de Artesanos de Paz para la Erradicación de la Extrema Pobreza [en inglés] y también la entrevista realizada a Jacqueline Plaisir en vísperas de la Cumbre Humanitaria Mundial).

El Dr. Arne Strand, director de investigación en el Instituto Christian Michelsen de investigación para el desarrollo y director del Centro de Recursos Anticorrupción de U4, abordó la cuestión de la coordinación de la asistencia humanitaria en situaciones de emergencia complejas. Destacó que los medios de comunicación tienden a centrar la atención en las organizaciones internacionales de ayuda humanitarias «sin dar crédito a las mujeres del lugar que pueden salvar más vidas. […] No son simplemente personas receptoras de ayuda sino que desempeñan un papel en su propio proceso de desarrollo». A pesar de la eficacia de los grupos locales de la sociedad civil, la mayor parte de la financiación o bien se dirige a ampliar los esfuerzos internacionales, o queda en manos de las élites, y en ocasiones se dirige a fines de corrupción.

A las cuestiones de Cimidamore relacionadas con los derechos humanos, Strand destacó la necesidad de hacer hincapié y proteger los derechos tanto en situaciones de emergencia como de desarrollo. También advirtió que la utilización de la asistencia humanitaria para fines políticos o de seguridad puede resultar contraproducente y convertirse en un peligro para quienes necesitan esta protección.

Todas las personas acordaron que queda mucho que aprender directamente sobre el terreno con las personas directamente afectadas por las catástrofes naturales y los conflictos.

En Suecia

El 28 de septiembre se realizó un debate organizado por Pax et Bellum, una asociación de estudiantes del Departamento de Investigación Sobre la Paz y los Conflictos de la Universidad de Uppsala. En esta ocasión el debate se centró en las diferentes vías que tienen las personas en situación de pobreza para construir la paz. En Líbano por ejemplo, con frecuencia son las familias que viven en condiciones más precarias quienes reciben a las personas refugiadas sirias. Las personas que padecen en sus propias vidas muchas dificultades se sienten divididas entre la rabia y la paz cuando estallan las tensiones; sin embargo, hacen todo lo que está en sus manos para ‘abrir su corazón’ a todas las personas (Véase Volumen II de Artesanos de Paz para la Erradicación de la Extrema Pobreza). Entre otras, el alumnado abordó las siguientes cuestiones: cómo el lenguaje puede ser más inclusivo, la desigualdad estructural y la mercantilización de la pobreza por las y los jóvenes consumidores a quienes les gusta un estilo de vestimenta inspirado en los barrios populares pero que no pierden su tiempo haciendo amigos allí.

Diana Skelton (a la izquierda) con miembros de la asociación de estudiantes Pax et Bellum: Josephine van Zanten (Cuadro realizado por el miembro de ATD Cuarto Mundo D´Ange Rambelo en la sede en República Centroafricana).

 

El último debate se realizó en Estocolmo, animado por Ronia Virgina, asesora cultural y fundadora de SynergyPartner, y se celebró en el Proyecto Internacional IDEA, una institución intergubernamental para la promoción del Estado de derecho, los derechos humanos, y los principios básicos del pluralismo democrático. Su Secretario General, Excmo. Sr. Yves Leterme, expresó su preocupación acerca de la igualdad de oportunidades entre todos los ciudadanos. Afirmó: «La pobreza significa que las personas tienen menos herramientas y oportunidades para expresar su opinión y para hacer que sus líderes rindan cuentas de sus actos. Invertir en el fomento de capacidades de las personas en situación más desfavorable puede contribuir a reforzar las capacidades de inclusión en la democracia».

En la República Centroafricana, durante el conflicto armado interno entre 2012 y 2014, muchas personas en situación de pobreza asumieron grandes riesgos para proteger a otras personas. Skelton describió como, tras los acuerdos de paz, amigos y colaboradores de ATD Cuarto Mundo de Rwanda visitaron Bangui para formar a personas en situación de pobreza como facilitadores de paz para una sociedad que no deja a nadie atrás (Véase Volumen III de Artesanos de Paz para la Erradicación de la Extrema Pobreza). Jacques Mwepu, director de prisión en el Servicio Sueco de Prisiones y Libertad Vigilada, también promueve un enfoque basado en los derechos humanos en la gestión de las prisiones en su función de director en La Sección de Estado de derecho de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Centroafricana. Mwepu afirmó estar muy impresionado por descubrir que cuando la pobreza en el ámbito nacional limita gravemente los servicios que el Estado puede proporcionar en las prisiones, «la población reclusa sobrevive gracias a la solidaridad de la comunidad». En especial la prisión de mujeres de Bangui, Mwepu expresó que muchos miembros voluntarios de la comunidad apoyan y cuidan a las mujeres embarazadas y a sus hijas e hijos. «Esta solidaridad es la razón por la que el pueblo mantiene la esperanza. Debemos hacer que este hecho se conozca mejor» (Entrevista también se destaca la solidaridad en el seno de las prisiones, en este caso, en la prisión de Bouaké, Costa de Marfil).

De izquierda a derecha: Ronia Virginia, Anna Johansson, Diana Skelton, Yves Leterme, Jacques Mwepu.

La segunda parte del mismo debate se centró sobre la pobreza en Europa. Skelton habló sobre Francia y Bélgica, donde los ataques terroristas en ocasiones habían agravado la incitación al odio. Personas que viven en zonas desfavorecidas participan activamente en las Universidades Populares de ATD Cuarto Mundo con el objetivo de establecer un debate que pueda permitir a las personas superar la sensación de desesperación, aprender a construir la solidaridad en las diferentes comunidades. Anna Johansson es la directora de los servicios sociales de Stockholm Stadsmission, un colectivo privado sin ánimo de lucro que proporciona asistencia social y sanitaria, integración laboral, formación y educación. Johansson expresó su frustración con la declaración del Gobierno Sueco que afirma que la extrema pobreza no existe en el país. Habló tanto de personas de Suecia como personas migrantes indocumentadas que no tienen dónde dormir. Dijo: «Debemos reconocer que esas personas tienen una contribución que hacer a la sociedad».